Charlamos con la directora y fundadora de Casa Brandon, un espacio pionero de referencia para la comunidad LGBTQI+. Nos contó sus comienzos, cómo se adaptaron a la crisis originada por la pandemia y recomendó shows que tienen programados en los próximos días.
En víspera del Día Internacional del Orgullo, entrevistamos a Lisa Kerner, fundadora y directora de Casa Brandon en Villa Crespo, el hogar que desde hace más de 15 años cobija a la comunidad LGBTQI+ con propuestas culturales para todos los gustos: performance, ciclos de cine, obras de teatro y mucho más. En el año 2011 las actividades de Brandon fueron declaradas de Interés Cultural, Social y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos por la legislatura porteña.
Lisa es una gestora cultural todo terreno. Preside la Asociación Civil Brandon por la Igualdad / Equidad de Derechos y Oportunidades, es la Directora General de Casa Brandon, Curadora de la galería y Directora de la Editorial Brandon. Integra MECA (Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos), FIERAS (Trabajadorxs Feministas de Espacios Culturales Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans) y CLUMVI (Cámara de Clubes de Música En Vivo).
¿Cómo se te ocurre hacer Casa Brandon, hace ya ¡20 años!?¿Qué estaba pasando en ese momento?
En el 2000 estábamos con mis amigues Violeta Uman, Filipe Francisquini y Jorgelina De Simone (quien fuera socia fundadora) buscando algo para hacer a la noche. Por esa época había boliches como Afiches, Bach, América, Palacio Delfina y no nos terminaban de convocar. Queríamos algo para nosotres, un espacio distinto. Entonces pensamos: ¿por qué no proponemos algo? Al haber trabajado a la noche mucho tiempo cobrando tickets, tenía muches amigues DJ’S y diseñadores gráfiques. Uno de ellos había inaugurado un espacio que se llamaba Cápsula en Córdoba y Gascón, y armamos fechas los miércoles: Miércoles Brandon GayDay. Queríamos que fuera un evento de mucha visibilidad, que no te tuvieras que enterar, que la estética del flyer fuera distinta. Creíamos que si a nosotres nos faltaba un espacio así, debía haber mucha gente a la que le faltara un espacio así. Generamos otro contenido más temprano: desfile de moda y recitales de poesía. Las ventanas eran dos vidrieras y cosimos las banderas del Orgullo con una escenografía también. Nuestra idea era ser visibles, mostrarnos en la calle. De los miércoles pasamos a los viernes y sábados y decidimos que nuestras fechas sean el Brandon GayDay, un lugar de encuentro.
El 30 de diciembre del 2004 ocurre la tragedia de Cromañón. A partir de este hecho, empezó una época de clausuras donde muchos espacios tuvieron que cerrar. Para volver a abrir, hubo nuevas normas con otras leyes y habilitaciones. Mientras tanto, producimos un ciclo de literatura nómade con Leonor Silvestri y con Jor diseñamos la página web de forma muy artesanal apoyadas en nuestros conocimientos de Dreamweaver, Flash y HTML.
Finalmente, nos animamos a armar un espacio, que hoy es casa Brandon. Estábamos convencides de que la propuesta tenía que funcionar. Nos acompañó un gestor, tomó las medidas, se aseguró de que estuviera todo en condiciones. Es algo curioso: el 17 de mayo de mayo de 2000 hicimos nuestra primera fiesta y ese mismo día, pero de 2005, nos aprobaron la personería jurídica de la Asociación Civil y encontramos la casa. Además, el 17 de mayo es el Día Internacional contra la violencia a la comunidad LGBTQI+.
Actualmente, el equipo de Brandon está conformado por Nicolás De Petre, a cargo de la programación junto conmigo y las redes sociales. Laura González representa las relaciones institucionales y Maia Duek coordina los talleres, Agus Levecchi es la diseñadora gráfica y Avi coordina la técnica y producción de los espectáculos.
¿Cómo se vinculan con el movimiento LGBTQ+?
Me siento una activista desde que salí del clóset y decidí una ser lesbiana visible, desde los 18 años. Para mí ir con tu pareja o amante de la mano en la calle es activismo. Si después de eso, te armás la vida entera y le dedicás 24 horas y tenés el celu prendido para lo que haga falta, sos re activista. Además Brandon es una asociación civil cuyo estatuto habla de eso, y articulamos con organizaciones LGBTQI+. Fuimos parte de la comisión organizadora de la Marcha del Orgullo durante muchos años, trabajamos con 100% Diversidad y Derechos, La Fulana, la CHA. Hicimos cosas con Lohana Berkins, Diana Sacayán, Marlene Wayar. Nuestra manera de hacer activismo la llamamos artivismo: hacer activismo a través de expresiones culturales. A eso le doy la vida entera, no hago otra cosa que eso.
¿Qué están haciendo desde la casita en cuarentena?
Reformulamos los ciclos y los llevamos a vivos de Instagram, pero no es lo mismo. El ser humano es un ser sociable y vos cuando salís no sólo vas a ver una banda, vas a mover el cuerpo, charlar con tus amigues. Vas a llegar a tu casa y te vas a emocionar con todo lo que pasó la noche anterior. Vos estás ahora con el celu y ponés “Me gusta”, es algo raro. Nosotres agradecemos las donaciones que van para les artistes, y algunes donan a la casita para continuar con el proyecto. No nos imaginamos no estando, entonces hacemos actividades para estar siempre visibles.
¿Con qué otros proyectos / espacios culturales está asociado casaBrandon?
Estamos vinculades a organizaciones LGBTQI+ como te comentaba, y también somos parte de MECA. A partir del 2010, Club Cultural Matienzo, Vuela El Pez y otros espacios culturales de la ciudad nos empezamos a juntar y nos dimos cuenta de que teníamos problemáticas similares. Nos encontramos con las mismas inquietudes y pasiones. MECA es un espacio de mucha intensidad y trabajo, donde redactamos la ley de Centros Culturales, organizamos movilizaciones con artistas y trabajadorxs de la cultura para que la ley entre al recinto. Finalmente, en el 2016 se aprobó la nueva Ley de Espacios Culturales Independientes.
Formamos parte de FIERAS (Trabajadorxs Feministas de Espacios Culturales Mujeres, Lesbianas, Travestis y Trans) donde con diferentes colegas programamos eventos con perspectiva de género, que es fundamental en estos días a la hora de trabajar en cultura.
¿Qué enseñanzas te deja estar a cargo de un espacio cultural en Buenos Aires? ¿Cómo aprendés a sobrevivir?
Todo lo que hice -y hago- fue prueba y error. No hay que resignarse a la supervivencia, no es un tema del Ministerio de Cultura nada más, hay que dar la discusión con el Estado y tener reuniones articuladas con diferentes mesas. No se puede seguir con esta sensación de precarización constante. Esta cuarentena nos da tiempo para pensar y reformular qué es lo queremos y necesitamos como trabajadorxs de la cultura.
¿Algún ciclo de Brandon que nos recomiendes estos días?
Recomiendo Boca de Buzón con Paula Maffía y Mana Bugallo, que hacen un dúo de performance y whisky único, tenés que verlo. Pronto van a hacer una fecha. También está el ciclo de poesía erótica El cuerpo expresivo, organizado por Tomás Litta, donde recitan poetas y tocan músiques de alto voltaje sentimental.