Es probable que Cate Blanchett sea una de las actrices más famosas del mundo. Galardonada con dos Oscar, la australiana no sólo es señalada como un modelo de talento interpretativo: también se remarcan su belleza, elegancia, estilo, personalidad e inteligencia.
Con una importante trayectoria en el cine, recordada por papeles tan disímiles como el de la reina inglesa Elizabeth (1998), el de Bob Dylan en I’m not there (2007), el de Katherine Hepburn en El Aviador (2004), el de una mujer casada enamorada de otra mujer en Carol (2015), el de una viuda en bancarrota en Blue Jasmine (2013), el de la reina Galadriel en varias entregas de la saga de El señor de los anillos o el de la madrastra de Cenicienta (2015), Blanchett nunca defrauda.
Valorada por directores como Woody Allen, Todd Haynes, Wes Anderson, Jim Jarmusch, Kenneth Brannagh, Martin Scorsese, Terence Malick o Alejandro González Iñárritu, que la han incluido en sus films, la actriz afirma con sus palabras y sus actos, que le debe todo al teatro.
“El teatro tiene un rol fundacional, un lugar en el centro de mi vida. No imagino no actuar más en teatro”, dijo en oportunidad de presentarse en París, interpretando a Ricardo II, en una versión del clásico de William Shakespeare llevada a escena por Benedict Andrews.
Casada desde hace casi 20 años con el escritor, dramaturgo y guionista, Andrew Upton, juntos inauguraron 2008 el Sydney Theatre Company. Con cuatro salas y veinte producciones por año, esta es una de las instituciones teatrales más importantes de Australia.
“Este teatro es mi punto fijo. El lugar donde uno se repliega, se concentra. El cine, que me apasiona también, me conduce a menudo lejos. Necesito este foyer, que es un teatro, una casa de teatro, como necesito mi propia casa."
Sin duda por estas razones, Cate Blanchett fue la elegida por el artista alemán Julian Rosefeldt para protagonizar la instalación audiovisual Manifesto que, desde este sábado y hasta el 5 de noviembre, podrá verse en la Fundación Proa. Allí Blanchett interpreta diferentes roles entre lo performático y lo teatral a lo largo de 13 videos.
En las pantallas se verán los fragmentos seleccionados por Rosefeldt, construyendo un relato propio: un collage de 50 textos históricos de cada uno de los manifiestos de artistas (Malevich, Claes Oldenburg, Sol Lewitt, Lucio Fontana), poetas (Breton, Tzara, Marinetti) cineastas (Jim Jarmusch), coreógrafos (Yvonne Rainer) y arquitectos, así como el Manifiesto Comunista de Marx y Engels.