A pesar de las dificultades impuestas por la pandemia, el jazz en Buenos Aires sigue vivo. Thelonious Club, Virasoro Bar y Aldo's, respetando los protocolos solicitados por el Ministerio de Salud de la Nación, son tres lugares encargados seguir dándole vida al circuito de jazz porteño.
Desde que comenzaron las aperturas, por estos locales ya han pasado bandas y artistas como Pipi Piazolla Trío, Julia Moscardini, Yamile Burich, Ernesto Jodos, Jose Saluzzi Trío, Hernán Jacinto, Sergi Wagner, Sol Liebeskind, entre otros. El barrio que agrupa esta triada es Palermo, pero a pesar de la cercanía las opciones son muy disímiles.
Thelonious pudo mantener el mismo escenario pre-pandémico. “No haber cerrado definitivamente ya es un privilegio, en este contexto no se puede proyectar a largo plazo”, confiesa Ezequiel Cutaia, dueño del local, minutos antes de que Malosetti & La Colonia, el cuarteto integrado por Javier Malosetti, Milton Amadeo, Tomás Sainz y Hernán Segret, se presente en el club. “El 2020 fue un año durísimo, pero por suerte pudimos abrir, luego de haber adaptado la ventilación, algo totalmente complicado y costoso”, señala uno de los fundadores del emblemático club de jazz de la calle Nicaragua que en marzo recibirá a Leonardo Sbaraglia & Fernando Tarrés, Anita Donndorff Quinteto y Walter´s Swinging Pandemia.
Por su parte, Virasoro Bar tuvo que mudar el público a la vereda y su escenario a la ventana. La abertura que da a la calle Guatemala enmarca a los músicos que se presentan semana a semana en el icónico edificio art decó de los años veinte. Una especie de cuadro en movimiento que no solo junta al público que pagó su entrada, también acumula a decenas de peatones que dejan de hacer lo que estaban haciendo para escuchar un poco de jazz o registrar con sus teléfonos algunos segundos del imprevisto evento. “Por suerte la gente volvió, somos un lugar instalado en la ruta del jazz local, creo que eso nos permitió resistir”, se sincera Paula Andrada, mientras se prepara para una doble función de Ernesto Jodos Cuarteto. A pesar de haberse mudado temporalmente a la vereda, Virasoro logró mantener la calidez que ofrecía en sus espectáculos puerta adentro.
“Estuvimos sin actividad desde mediados de marzo hasta octubre del año pasado, cuando empezamos con conciertos vía streaming, pero justo en ese momento empezaron las aperturas, y ahí surgió la vereda”, señala Andrada, quien junto a Emiliano Colla son responsables del local que lleva más de 20 años en el circuito y que en marzo contará con las presentaciones de Juan Cruz de Urquiza, Sergio Verdinelli y Flopa Suksdorf, entre otros grandes referentes del jazz local.
“La idea de la terraza fue sostener a Bebop, que la marca siga estando en la cabeza de la gente hasta poder abrir el club de música”, reconoce el destacado sommelier y empresario gastronómico Aldo Graziani, en referencia a las Bebop Sessions, conciertos en la pintoresca terraza de Aldo's que mezclan la alta gastronomía del lugar con la curaduría musical que ofrecía el subsuelo ubicado en San Telmo, local que antes de la pandemia llegó a hacer más de 500 shows por año. A diferencia de Thelonious y Virasoro, las presentaciones en la terraza de Aldo's nacieron en pandemia y parecería ser que llegaron para quedarse. “Nos dimos cuenta de que es una propuesta que puede convivir tranquilamente con una apertura eventual de Bebop”, destaca Graziani, y adelanta que, en marzo, en lo que será un concierto por fuera del circuito jazzero, recibirán a Litto Nebbia.
Si bien en el circuito porteño existen actualmente otras opciones para ir a ver y escuchar jazz, la oferta de estos tres locales, salvo excepciones, está pura y exclusivamente dedicada a este género norteamericano que en Buenos Aires se sostiene gracias a la calidad de sus propuestas y a que no se restringe a un grupo etario en particular.