Depeche Mode llega a la Argentina, en el marco de una gira monumental que acompaña la edición de Spirit, su disco número 14. El Global Spirit Tour comenzó el año pasado en Europa y ha llevado al trío a decenas de ciudades del viejo continente y de América, donde ha ofrecido conciertos de más de dos horas de duración, frente a decenas de miles y en algunos casos más de cien mil devotos y devotas.
Formado ya hace casi 40 años, el trío de Basildon, condado de Essex, Reino Unido, es una de las más grandes bandas de rock de la historia, que a pesar de haber atravesado momentos críticos, se mantuvo estable produciendo discos más o menos buenos, en los que intentaron no repetirse.
En el origen, en 1980, se llamaban Composition of sound y la formación incluía a Vince Clarke (actual Erasure), que componía, cantaba, tocaba la guitarra y manejaba la caja de ritmos; a Martin Gore, que tocaba la guitarra y a Andrew Fletcher, que se encargaba del bajo. Ese mismo año Clarke y Gore dejaron las guitarras y se pasaron a los sintetizadores. Como Clarke no quería ser el frontman, buscaron y encontraron a Dave Gahan en un estudio, cantando con otra banda Heroes de David Bowie. Gahan se sumó y sugirió el cambio de nombre a Depeche Mode (moda pasajera) mirando una revista francesa.
El éxito del primer disco, Speak and Spell (1981), deprimió a Vince Clarke, que abandonó la banda. Su paso fugaz quedó de todas formas marcado a fuego. Tanto que es posible que su canción Just can’t get enough sea la única de Depeche Mode reproducida en cuanta fiesta, casamiento o cumpleaños exista, antes y sobre cualquier otra.
Desde entonces Martin Gore asumió el rol de compositor y su sensibilidad fue la de Depeche Mode. En 1983 ingresó Alan Wilder cuyo aporte fue fundamental en la construcción del sonido del grupo. Luego de 12 años que incluyeron los mejores discos como Black celebration (1986) o Violator (1990), Wilder se fue en 1995. Se agotó luego de la conflictiva grabación de Songs of faith and devotion (1993) que fue seguida por una gira con un Gahan adicto que estuvo al borde la muerte (o que murió y resucitó) y que los trajo por primera vez a la Argentina.
Desde hace más de 20 años Gore, Gahan y Fletcher son trío. Depende quien opine sus discos en estas dos décadas pueden ser considerados más o menos buenos. Personalmente amo a Ultra y a Exciter, me gustan mucho Delta Machine (2013) y Spirit, y no me van ni me vienen Playing the angel (2005) y Sounds of the universe (2009).
La última vez que estuvieron en la Argentina presentaban Sounds of the universe pero igual tocaron canciones de todas las épocas, como hacen en esta gira. A partir de una lectura y una interpretación de los setlists (listas de temas) que han tocado en las ciudades por las que ya se presentaron en 2017 y en lo que va de 2018, vaticinamos qué va a pasar y qué no va pasar este 24 de marzo en el recital de Depeche Mode en La Plata.
Apertura. Going Backwards (Yendo hacia atrás)
"Estamos retrocediendo / Armados con nueva tecnología / Retrocediendo / A una mentalidad cavernícola", dice la letra de Going backwards el tema que abre las presentaciones de Depeche Mode en esta gira. Es también la canción con la que empieza el disco Spirit, que contiene otros hits que suelen incluirse como Where's the revolution y Cover me. Solo dos o tres canciones nuevas, lo que que se agradece. Considerando que las visitas de las bandas internacionales importantes son acontecimientos excepcionales en estas latitudes, se espera que no toquen íntegramente los discos que acaban de lanzar (como suelen hacer) si no que repasen su historia.
En Europa, Ultra gana
En los setlists de Paris y Londres imperaron temas de Ultra como Useless, It' s not good, Home y Barrel of a gun, todos aprobados y necesarios, menos el último. De Songs of faith and devotion, tocan In your room y Walking in my shoes. Si hay suerte, Martin Gore canta Judas (es una de las canciones más bellas de Depeche Mode y de las más pedidas por los fans en redes y en los shows). De Playing the angel tocan Precious que sí, puede ser, es linda, y A pain that I' m used to, que no. De las más viejas no faltan Never let me down again y varias de la obra maestra Black celebration como Stripped, Sometimes, Question of lust y A question of time. De Violator las obligatorias Personal Jesus y Enjoy the silence y también es habitual encontrar a World in my eyes.
Al Este se pone más intenso
En Moscú y Berlín el setlist fue bastante similar al anterior. Solo queremos señalar que I want you now, el oscuro, gospelizado tema interpretado por Martin Gore en Music for the masses (1987), fue una composición muy frecuentada en esta gira durante las presentaciones en ciudades de Europa del Este, no solo en Moscú. También aparecieron en esas listas I feel you y Policy of truth.
América Latina, qué sí, qué no
Al parecer, el grueso de las canciones que integran la lista de México y Bogotá, pueden ser parte de la lista de temas del sábado 24 en La Plata. Que no difiere de las listas que fueron interpretadas en la gira por Europa. Hay sí algunas excepciones, que suponemos no van a ser tocadas aquí porque no lo fueron en otras ciudades de Latinoamérica: es el caso de Heroes, el cover de Bowie, o But not tonight. Sin embargo, hay esperanzas de que ejecuten Judas, I want you now o Somebody.
Lo que se extraña
Hay discos que no figuran en las listas de temas de esta gira. Por desgracia no hay canciones de Delta Machine ni de Exciter. Algunos de los temas que amaríamos ver en vivo y que hace años no tocan son por ejemplo The Love thieves y The bottom line de Ultra o Blue dress de Violator. Y del disco nuevo, Fail y Scum. De todas formas, entre las más de 20 canciones que se escucharán sin duda hallaremos momentos de goce, reforzados con las visuales que una vez más el talentoso Anton Corbijn hizo para esta gira.
El final, con Personal Jesus
El final, como ya es una costumbre, es con Personal Jesus, uno de los mayores éxitos de Depeche Mode. Fue el primer simple de Violator, el que quizá sea el mejor disco de la banda y que está muy presente en esta gira, al igual que los excelentes Ultra, Songs of Faith and Devotion y Black celebration. Convertida en un himno para varias generaciones - como muchas otras canciones de Depeche Mode - ver en vivo lo que produce en el público (ese que en la campaña en redes que acompaña el Global Spirit tour tiene un protagonismo central) muestra la magnitud de Depeche Mode y de estos recitales transformados por la devoción en masivas fiestas cuasireligiosas.