Ocean Vuong es el nuevo referente de la poesía americana. Con tan solo treinta y dos años su obra multipremiada y traducida a numerosos idiomas produce en el lector una interpelación estética a la vez explosiva y sutil. Literatura contemporánea que nos hace viajar a lejanos escenarios de guerra al tiempo que nos coloca de frente ante potentes imágenes de la constelación de lo íntimo, lo familiar y lo privado.
PASAJERO EN TRÁNSITO
La poesía de Vuong puede leerse como se percibe un perfume. Hay notas de salida, de corazón y de base. E igualmente que con una fragancia, los aromas se ubican en diferentes grupos o familias temáticas. Lo autobiográfico aparece siempre como una posible clave de lectura aunque sus textos, profundamente contemporáneos en su abordaje formal, desafíen continuamente cualquier intento de clasificación.
Ocean Vuong que nació en Saigon en el seno de una familia budista, pasó un año en un campo de refugiados en Filipinas e inmigró a Connecticut con tan solo dos años utiliza con insistencia la historia de inmigración suya y de su familia como símbolo y metáfora de toda una serie de umbrales y transiciones.
La emergencia del deseo ocupa también un rol fundamental. A través de su propia historia de descubrimiento sexual, Vuong nos permite acceder a un punto de vista muy especial: un estado liminal de la subjetividad que suele implicar pérdidas violentas, vulnerabilidad, conflictos, transformación y, porqué no, lo inexorable del duelo o la profunda liviandad o desconcierto posteriores al cambio.
En esta literatura profundamente lírica, que abunda en referencias a la construcción de la propia identidad, se dejan ver los agujeros, las superficies porosas, lo abyecto, lo aparentemente inconfesable. De esta forma el poeta encuentra un campo fértil para cultivar sus acabadas visiones sobre temas tan complejos y cercanos a él como las problemáticas y dinámicas de clase, raza, homosexualidad e incluso la herencia traumática que recibió de sus ancestros.
LOS PAISAJES INTERIORES
Su primera y celebrada novela ‘En la Tierra somos fugazmente grandiosos’ (Ed. Anagrama, 2020) no hace más que insistir en la relevancia de las figuras del padre y de la madre, ya fuertemente prefiguradas en sus anteriores libros de poesía. El argumento: una novela epistolar dedicada a esa madre manicura que nunca aprendió a leer ni escribir y que va a repasar los hitos de, como él mismo define, la ‘épica extraña’ de su vida.
Su abuelo, un chico simple de Michigan, se apunta a la guerra de Vietnam para escapar de un padre autoritario que no le permitía estudiar música. Allí conoce a su abuela, una joven local con la que se casa y tiene tres hijos. El joven soldado decide volver a visitar su hogar en Estados Unidos y la Caída de Saigón le impide regresar. Lo que sigue es una concatenación de eventos intensos donde la pérdida y el coraje son los denominadores comunes: orfanatos, desasosiego, bombas, campos de refugiados, migraciones, abandonos. Ocean logra sobrevivir y construir una nueva vida con su madre y su abuela en el Nuevo Mundo. Con el tiempo logra acceder a los estudios superiores y dar sus primeros pasos en el mundo de la escritura creativa, sobre la que hoy también enseña en la Universidad de Massachussetts Armhest.
Ocean Vuong. Primera generación vietnamita-americano, disléxico y rodeado de sobrevivientes y eximios narradores de historias, en principio había recibido de su madre el nombre Beach (playa) y según relata fue sustituido por la palabra Ocean por las implicancias simbólicas del término: el cuerpo de agua más extenso que conecta su tierra-madre con la tierra-refugio que le permitió la posibilidad de una nueva vida.
POR QUÉ LEER A OCEAN VUONG
Por la economía y la calidad ultrasensible de su lenguaje, por su dedicación cruda sobre el universo de lo queer y la homosexualidad, por la mesura en el tratamiento de su propia historia que cuando llega al límite de la insistencia y el paroxismo emocional, nos conmueve, y nos recuerda que somos todos peregrinos, que todos hemos sido golpeados en innumerables formas, pero que sin embargo dentro de cada uno también habita una pulsión erótica que busca siempre sobrevivir y seguir bailando, explorando el mundo.
Pareciera que Vuong nos anima siempre a seguir deseando. En uno de sus poemas escribe: “No bombs = no family = no me. Yikes.” Dejando bien en claro que su escritura no está en la frecuencia del lamento ni de la queja. Estamos ante un poeta de la gratitud poseedor de una mirada afinadísima que sabe mucho de reinvenciones y resurrecciones, las propias y las ajenas.
Ganador de importantes galardones como el T.S. Eliot Prize en 2017 o la beca Ruth Lilly/Sargent Rosenberg de la Poetry Foundation en 2014, ubicado en la lista de Más Vendidos de The New York Times y publicado en prestigiosas revistas como The New Yorker, su obra es cada vez más reconocida no solo por la prensa especializada sino por lectores a lo largo y lo ancho del planeta. Con una correcta traducción de su primera novela por Anagrama el público de habla hispana puede ya ingresar al particularísimo universo de Ocean Vuong, un joven escritor comprometido con los temas más controversiales de su tiempo.