Javier Daulte es un nombre fundamental si de teatro porteño hablamos. En realidad mucho más. Daulte tiene una carrera impresionante que modificó el mapa del teatro argentino en la década del 90 cuando se asomó una nueva generación de escritores y hacedores y se convirtió también en un embajador de nuestro teatro por el mundo. Daulte es reconocido y aclamado en distintos países de Europa a tal punto que en estos momentos están por estrenarse dos obras de su autoría que aun no pisaron las tablas argentinas: Carniceras y Las irresponsables.
Actualmente, en dos teatros distintos de Buenos Aires, además, Daulte dirige dos obras. Por un lado, El recurso de Amparo, escrita por Laura Oliva y protagonizada por Gloria Carrá, Magela Zanotta, Marcos Montes, Marcelo Pozzi, Mónica Raiola, Javier Niklison, Aymará Abramovich y Gerardo Serre, en el Centro Cultural 25 de Mayo. Se trata de la primera obra en la que decide Laura Oliva mostrarse como escritora y que nació en el taller de escritura que dicta Daulte. Toma como punto de partida un hecho real de la vida de la actriz devenida en dramaturga: la muerte prematura de su hermana y su necesidad de justicia. El tema es ríspido por todos los ángulos por los que se lo mire: la hipótesis disparadora de Laura Oliva es que si su hermana enfermó y luego murió a causa de la relación tóxica que su madre ejercía con ellas, entonces se puede hablar de asesinato; si hay asesinato hay culpable, si hay culpable puede llevarse a cabo un juicio.
“Es un juicio imaginado, una especie de sueño pesadilla que tiene esta hija Ofelia -interpretado por Gloria Carrá-. Ni bien arranca aparece su hermana muerta que le cuestiona por qué está haciendo esto, por qué está trayendo estos fantasmas del pasado. Por un lado, está la idea de que es posible culpar a alguien de haberlo enfermado a otra a través de maltratos constantes, quizás sutiles, que son a veces los peores, pero también está la pregunta que nos incomoda mucho siempre porque pareciera que la sociedad no permite que no se quiera a nuestra madre. ¿Qué le pasa a una persona que no puede decir que quiere a su madre? Este es un punto doloroso. Ofelia dice en un monólogo que no querer a su madre la dejó muy sola porque estamos en un mundo en el que se supone que la madre es algo bárbaro”, cuenta Daulte en la entrevista profunda que brindó a Zibilia.
Habla como director, como escritor, como docente de dramaturgia pero además como psicólogo. Porque este artista además estudió esa carrera y se filtra, queriendo o no, en su comprensión profunda de los personajes que trabaja en la ficción. “La infancia es una época muy complicada. Me pareció muy interesante que personas cercanas salieron de la función con la duda sobre el daño que les estarán haciendo a sus propios hijos por supuesto que sin quererlo”.
En este juicio tienen voz todos los personajes. La madre, Amparo, es el único nombre que Oliva mantuvo por su elocuencia, también tiene su descargo. “La defensa a los distintos puntos de vista es algo del teatro que me fascina. Durante todo el proceso de ensayos intenté entender a todos los integrantes de esta historia. Me puse casi como el abogado del diablo para tratar de entender las razones que llevaron a todos los personajes a actuar de esa manera. El intento es que la sentencia no se cierre en la obra si no que la pregunta se resuelva en la cabeza de cada quien”.
Durante la entrevista Daulte profundiza en los vínculos, en el dolor que generan muchos de ellos. “Somos todo aquello que valoramos y hemos perdido”, dice explicando un poco todo lo que tuvo en cuenta a la hora de trabajar con este material. “En el canal artístico se puede universalizar. No hace falta que nos pase algo similar para sentir puntos de contacto. Nos remite a millones de imágenes que tienen que ver con nuestra infancia”.
Además, Daulte dirige la obra Luz testigo en Espacio Callejón, la sala teatral que lleva adelante él mismo desde hace unos cuantos años. Se trata de un proyecto concebido, creado, ensayado y estrenado en pandemia, que resultó a partir de un concurso lanzado por Espacio Callejón que impulsaba la escritura de obras cortas que tocaran tangencialmente el tema de la pandemia. “Son cinco historias, cinco obras hermosas. Las tratamos como cuentos que conforman una unidad que deja una impresión global, me ocupé de elegir el orden, la unión”.
Muy poco habitual encontrar a Daulte dirigiendo dos obras que no son de su autoría. “Las dos obras que dirijo aquí no las escribí y las dos obras que escribí están siendo dirigidas por otras personas en España y se estrenan este año: Carniceras y Las irresponsables”. Además, por estos meses, se irá a Nueva York a estrenar allá su obra que se convirtió en clásico, ¿Estás ahí?, y planea hacer Las irresponsables acá con Paola Krum, Julieta Díaz y Gloria Carrá en el Paseo La Plaza. “Muchas cosas que fueron postergadas ahora se precipitan juntas. Vamos a tener dos años en uno”.