“Es el color lo que se baña en la sensibilidad cósmica… la línea no tiene la capacidad de impregnar que tiene el color… Las obras deben realizarse sin indecisiones con el fin de encarnar ese algo indefinible” expresó el revolucionario artista francés Yves Klein (Niza, 1928-París, 1962).
En su devoción por el #color, su nombre quedó señalado en la historia del arte como el inventor de uno nuevo, denominado International Klein Blue (IKB), o familiarmente, el "azul Klein".
Esa fue una de sus múltiples hazañas. Además creó los monocromos, la escultura de fuego, la pintura antropométrica, la arquitectura de aire y el vacío, entre otras.
Si bien murió a los 34 años, y su carrera sólo duró intensos 7 años, este hijo de pintores que además era un experimentado yudoka, es reconocido y venerado por las nuevas generaciones por sus gestos performáticos, sus escritos y la audacia de su obra.
Por primera vez en la Argentina, la Fundación Proa presenta una retrospectiva dedicada a Yves Klein. La exhibición cuenta con más de 70 obras y alrededor de 100 documentos, incluyendo las producciones más emblemáticas del artista francés, uno de los mayores exponentes del arte contemporáneo del siglo XX.