Desconectarse por un rato de este mundo hiper digitalizado para entrar al universo de los juegos de mesa. Eso es lo que buscan Michel Fischman y Emmanuel Rabell, creadores de Buró de Juegos, el primer proyecto que surgió en Argentina con la intención de ofrecer "juegos modernos" a un público masivo. Desde Zibilia hablamos de sus comienzos, la intención detrás de Buró y los desafíos que implica esta gran propuesta.
Me gustaría que nos cuenten cómo y cuándo surgió el proyecto y que aportes le hicieron al universo de los juegos de mesa.
MF: Arrancamos en el 2013. Mi socio Emmanuel Rabell había publicado un juego de preguntas y respuestas de fútbol (el Fobal) y yo tenía un showroom donde vendía "juegos modernos". Al poco tiempo de conocernos, decidimos crear Bureau de Juegos (ahora Buró), con ganas de crear los juegos que nos gustaban y que nadie en Argentina estaba haciendo, por lo que eran imposibles de conseguir si no viajaba un amigo y te hacía el favor. A los largo de estos trece años tuvimos muchos hitos, como ser la primera empresa en vender juegos modernos en Argentina, ayudar a popularizar los juegos para adultos, ser los primeros representantes argentinos con stand en ESSEN (la feria de juegos más grande del mundo) o tener juegos Argentinos creados por nosotros en más de 10 países. Aún así diría que nuestro mayor aporte a este universo fue ayudar a imponer que los juegos de mesa (y jugar) es una actividad variada, divertida y estimulante para todo el mundo.
Tengo la sensación de que hace unos años hubo un giro muy novedoso en el universo del juego, que tiene que ver con esta idea de democratizar que mencionabas antes. ¿Cómo lo perciben y de qué manera ayudó a que la industria nacional crezca y se diferencie?
MF: A mediados de los años 90 en Europa empezó una suerte de revolución de los juegos, con lo que acá conocemos como "juegos modernos". Fue así como a través de mecánicas y narrativas destinadas a todo tipo de público, los juegos fueron cambiando: dejaron de ser un juguete para los más chicos y se convirtieron en una actividad que todo el mundo puede disfrutar. Gracias al boca en boca dejó de ser algo de nicho y se desarrolló hasta convertirse en un fenómeno cultural en constante crecimiento. En Argentina arrancamos con cierto retraso, pero fueron apareciendo empresas jóvenes con fuertes raíces locales que crearon juegos con impronta propia que encontraron el éxito y ayudaron a popularizar los juegos modernos argentinos. Hoy hay varios juegos de autores argentinos que tienen mucho éxito en Latinoamérica y el resto del mundo. Incluso mientras escribo esto autores de todo el país están trabajando para crear el próximo gran juego.
¿Cómo es el proceso para idear y diseñar un nuevo juego? ¿Qué busca su público?
MF: El proceso es muy variado y cambia dependiendo del autor. Es muy común empezar con una idea central sobre la cual construir: Puede ser una mecánica (la forma en la que se juega), la narrativa, el arte que te inspire para luego ir trabajando alrededor de eso. Nosotros nos especializamos en hacer juegos con mucho sentido del humor y muchas veces un poco irreverentes. Todos buscan ser divertidos, accesibles y cancheros y creo que eso es lo que busca nuestro público, juegos para reírse un rato, pasarla bien y desconectarse con sus amigos alrededor de una mesa.
Por un lado quiero preguntarles cuáles son los desafíos a los que se enfrentan para mantenerse vigente, en especial teniendo en cuneta que estamos en un mundo hiper digitalizado y estimulado. En este contexto ¿piensas que los juegos de mesa son un punto de encuentro?
MF: Mantenerse vigente implica saber tanto lo que está pasando en el mundo de los juegos (tendencias, mecánicas, avances en el diseño de juegos, etc) como lo que sucede en nuestra sociedad y este mundo hiper digitalizado, en el cual parece una odisea lograr que cuatro personas dejen el celular a un costado y se desconecten una hora con la gente que quieren. Es clave entender que a pesar de eso, la gente intenta reconectarse con sus vínculos y hacer una especie de “detox” del mundo digital. Ahí es donde entramos nosotros.
Por último me gustaría saber si piensan que a través del universo lúdico se construye la cultura popular, ya que todos tenemos ese juego que marcó nuestra infancia, que nos recuerda a los veranos en familia y a los amigos.
MF: El juego en todas sus formas (de mesa, videojuegos, deportes, al aire libre, etc) es un espacio fundamental en nuestro desarrollo como personas y un punto de conexión que nos une como sociedad, por eso en Buró hacemos juegos para todo los momentos, para reír con amigos, jugar en pareja o compartir en familia. Hace tiempo que el juego dejó de estar vinculado solo a la niñez y cada vez son más los adultos que se animan a reconectar con su niño interior. Es por eso que muchos de nuestros juegos están pensados especialmente para mayores de edad para hablar de temas que piden cierta madurez. Queremos invitarlos a dejar el celular y volver a los momentos lúdicos que en la infancia eran lo más importante.