El cineasta alemán Rainer Werner Fassbinder (1945- 1982) murió a los 37 años. Había filmado 41 películas y dirigido 30 obras de teatro, y cuando un accidente cerebro-vascular nos arrebató su genio, estaba trabajando.
Sus comienzos fueron en el teatro, como actor en el grupo de teatro de acción. A los 18 años se transformó en su director y lo rebautizó Antiteatro. Este espacio fue para él un núcleo de producción teatral, cinematográfica y también afectivo.
En 1969 filmó la ópera prima El amor es más frío que la muerte; seguida de Katzelmacher, un lúcido retrato de la xenofobia donde él mismo interpreta a Jorgos, un inmigrante griego linchado por sus vecinos.
Fassbinder leía, miraba, escuchaba, escribía. ¿Sus influencias? Bertolt Brecht, el cine clásico, el melodrama de Douglas Sirk, la Nouvelle Vague, Brian Eno, Kraftwerk, la Velvet Underground, la pintura, la política, la literatura.
Sus películas son obras de arte, incluso las que realizó para TV como Martha (1973) o Solo quiero que me amen (1976) y la monumental miniserie Berlin Alexanderplatz (1980), basada en la novela homónima de Alfred Döblin.
Algunas de sus actrices musas fueron Hanna Schygulla, Margit Carstensen y Brigitte Mira. Inolvidable es la presencia de Anna Karina, la musa de Godard, en Ruleta China (1976).
Si no viste alguna película de este gran director, el Cine Club Núcleo programó en MALBA un ciclo que arrancó con Lili Marleen y esta semana exhibe El matrimonio de Maria Braun. A fin de mes cierra con La angustia corroe el alma.