En el Día del Tango, nos aproximamos a una nueva fusión entre el 2 x 4 y la música urbana, uno de los cruces musicales más representativos de esta era. Hablan Mariano Rucci de ATR, YSY A y Pommez Internacional.
“El tango no debía cambiar, debía quedarse en 1940 y no evolucionar, pero yo tuve la feliz idea de cambiarlo”, reconoció el músico Astor Piazzolla en una icónica entrevista. Gracias al emblemático compositor y bandoneonista argentino, quien en sus comienzos fue resistido por la vieja escuela, el tango pudo romper sus límites y fusionarse con otros géneros como la música electrónica, el rock o el trap.
En los últimos años, distintos artistas continuaron traspasando los límites del tango, género que en palabras de Jorge Luis Borges “por sus características solo pudo haber nacido en Buenos Aires o Montevideo”. Ejemplos hay y muchos. Históricos del rock nacional como Gustavo Santaolalla y su proyecto rioplatense electrónico llamado Bajofondo o el ex Abuelos de La Nada y Los Twist, Daniel Melingo, que recientemente con su álbum Oasis acaba de culminar una trilogía experimental tanguera que había comenzado con Linyera en 2014. Por el lado del jazz, Escalandrum, banda que integra el baterista Daniel “Pipi” Piazolla, nieto del músico marplatense, supo mezclar el jazz con el 2 x 4 en Piazzolla Plays Piazzolla, álbum publicado en 2011 donde el sexteto porteño revisita la obra de Astor.
Actualmente, con el auge de la música urbana, nuevos artistas como los raperos YSY A o Trueno; el trío ATR (Argentina Tango Rap); la multifacética cantante Nathy Pelusso, quien en "Agarrate" nos recuerda a la Gata Varela; la mega estrella pop Tini Stoessel, o el dúo experimental Pommez Internacional, ya sea mediante singles u obras completas, continúan refrescando y fusionando a este género rioplatense.
“El tango tiene la necesidad de reinventarse para poder llegar a un público nuevo. Por eso, con ATR lo arrimamos a la música urbana, que hoy es el lenguaje popular de adolescentes y jóvenes”, afirma Mariano Rucci, compositor, pianista y productor de ATR, quien además colaboró con Alejo Acosta, mejor conocido como YSY A, en “Te traje unos tangos”, encuentro que marcó un antes y después en la historia del tango trap.
El rapero YSY A aparece convertido en una especie de Julio Sosa 2.0, en el video de la canción de 2019, que ya tiene más de 11 millones de visualizaciones en Youtube (el doble de reproducciones que puede tener cualquier versión subida a la red de tangos como "El día que me quieras" de Carlos Gardel).
“Estamos involucrados y ocupados en difundir los sonidos que salieron de estas calles tan valiosas para la historia musical. Por mi parte, siento una responsabilidad enorme por seguir enalteciendo a nuestra música popular argentina”, reconoce YSY A.
“El trabajo que hicimos con YSY, fue netamente experimental”, afirma Rucci, quien comparte su proyecto artístico junto al rapero Smoller Bazz y al músico Alejandro Rucci. “Te traje unos tangos” surgió luego de una juntada entre el productor y el trapero. “Llevé al estudio un disco rígido de samples de bandoneones, teclados y cuerdas, armamos un loop y él se subió a improvisar y componer arriba de eso”, recuerda el músico, pieza clave de este nuevo género. Para YSY A, “la fusión del rap (y hoy en día el trap, que es una evolución del mismo) nace de esa facilidad que tiene esta música, gracias a los famosos samples, de combinarse con otros géneros”.
Pero el pico de popularidad entre la música urbana y el tango se dio en septiembre de este año cuando la última estrella del pop argentino, Tini, lanzó junto al trapero tucumano John C la canción "Duele", fusión entre "La Cumparsita" y el trap, que actualmente tiene más de 11 millones de reproducciones en Spotify y se mantiene entre las más escuchadas del ranking de Billboard Argentina.
Para Ignacio Cruz, compositor, productor y miembro de Pommez Internacional, “el tango no es un género que se reinvente constantemente, sino que está parado en el mismo lugar desde hace tiempo y son otros los géneros y estilos que se acercan y toman cosas de él”. Junto a su compañero de banda, el compositor y productor, Juan Ibarlucía, lanzaron una especie de milonga frenética y electrónica llamada “Riachuelo XXI”, que pinta un fresco de lo que pasa actualmente en los barrios del sur de la Ciudad de Buenos Aires, como si Nine Inch Nails y Edmundo Rivero se hubiesen cruzado en un bar de San Telmo.
“Con Infierno Porteño intentamos hacer milongas nuevas que den cuenta de la Buenos Aires actual. La idea fue que algunas canciones suenen tangueras sin que hubiera ninguna referencia directa a la sonoridad directa del tango”, explica Ibarlucía en referencia al trabajo del dúo, que se publicó en dos partes.
Si bien actualmente sobran en la Argentina (y en el resto del mundo) proyectos tangueros con composiciones clásicas y tradicionales, la fusión del tango con el trap, géneros que más representan los lunfardos de una época, permite que la música con ADN argentino se siga expandiendo y llegando a nuevos oídos.