Gustavo Nieto es un artista tucumano con fuerte presencia en Buenos Aires, que recientemente inauguró su muestra “El diálogo” en Pasto Galería, un proyecto que le llevó cuatro años producir y que está inspirado en Galileo Galilei, sus pensamientos transgresores, carta confesionales y las galaxias más próximas a la Vía Láctea. Nieto crea relaciones entre una estética aparentemente kitsch y glam con las teorías astronómicas del gran alertador del siglo XVII, a quien nadie supo comprender.
Vivís en Tucumán, pero durante el último año tuviste mucha presencia en Buenos Aires, empezando por una obra seleccionada en el Salón Nacional, “Rigor Mortis”. ¿De qué trata esa instalación?
Es una mancha negra, en ángulo recto, que avanza sobre personajes de porcelana como si fuera una sombra. En una de mis líneas de producción, colecciono distintas piezas y con el tiempo voy pensando qué hacer con ellas. Suelen ser antiguas, me interesa que sean un símbolo de una época y de una estética que ya pasó, porque me remite a una cuestión generacional, a mis abuelas.
En esta obra hay una serie de figuras alineadas y me imaginaba que estaba atardeciendo en esa casa, proyectándose una sombra sobre ellas. Hay una cuestión vinculada a la muerte, con el negro como analogía de la muerte, como si fuera la última tarde. En otra capa de sentido más formal, me interesa el rigor sobre lo decorativo, el plano negro que viene a anular una estética kitsch y camp que tenían estos montajes y tipo de productos. El negro viene a darle sobriedad.
En este momento tenés una exposición en la Pasto Galería. “El diálogo” está compuesta por piezas vinculadas a galaxias cercanas a la nuestra, una serie de piezas hechas con lentejuelas que funcionan como pixels que componen una imagen.
Trabajo con otra línea de producción que vengo sosteniendo desde 2009 y que se basa en una técnica de lentejuelas sujetas a clavos, puestos sobre una madera y que van conformando la imagen. Las primeras que hice fueron imágenes como Mazinger Z. Después empecé a recortar el marco, algunas están más próximas al perceptismo y a campos de color puro. Años más tarde, volví a la imagen.
Esta exposición se compone de 6 piezas, 5 de las cuales son las galaxias más cercanas al planeta Tierra. No me interesa que la técnica sea científica, que reproduzca tal cual la galaxia, sino que es mi propia versión. Hay un proceso de abstracción también. Me gusta lo que pasa en el medio, la nueva imagen que surge combinada con la técnica.
¿Habías trabajado previamente con la temática astronómica?
No de forma tan literal. Para mí fue fundamental la relación del material con el glam rock de los 60, los 70 y los 90, que tiene una relación con lo espacial y las estrellas. Pero es la primera vez que busco referencias científicas del universo, antes era una aproximación más poética.
En David Bowie tenemos un gran exponente con canciones vinculadas al espacio exterior.
Sí, ¡soy fan! Hay una cuestión generacional también, creo que ciertas personas vinculan las lentejuelas con el glam y con ese movimiento e imaginario. Esta exposición está particularmente basada en un texto de Galileo Galilei del año 1600, donde escribe su visión acerca del universo, que se contraponía a la del momento. La única manera en que lo podía hacer era a través de un texto. Es un intercambio con un amigo y por eso la exposición se llama “El diálogo”. Me encontré primero con el texto y después me surgió la idea de la exposición, que se me apareció como una especie de visión. Fue muy extraño y por eso no tiene curaduría, ya que fue pensada como una gran obra.
¿Cuánto tardaste en hacer cada una de estas piezas de gran formato, con un trabajo tan artesanal?
Estuve trabajando durante unos cuatro años, aunque no de forma continua. En un momento paré y luego retomé hasta encontrar el lugar donde iban a ser expuestas para saber cómo terminarlas. Trabajo con un grupo de asistentes que me ayudan a preparar la paleta, engarzando las lentejuelas al clavo.
Además de estas obras vinculadas a galaxias cercanas, hay otra obra con una frase muy potente, que dice: “¿Te acordás de nuestro pacto de morir juntos?”. ¿De dónde surge?.
Esta obra se vincula con una serie de espejos grabados donde te ves reflejado sobre el texto directamente. De ahí viene la resolución de esa pieza, donde sumé dos líneas de trabajo para que convivan en una sola. La frase viene del texto de Galileo que mencionaba antes y que le da nombre a la muestra. Cuando conocí la historia y como fue perseguido por la Inquisición por haber construido su visión personal del Universo, me fascinó su capacidad de llegar a una conclusión personal, trascendental para la humanidad, estando en lo correcto.
Más allá de lo científico, me impresionaba su obsesión con el universo, de estudiarlo y observarlo hasta llegar a esas conclusiones. La pasión por eso que se le presentaba como algo inaccesible que sólo podía ver desde acá. Hay una analogía entre su obsesión con el universo y el amor, cuando uno está enamorado y empieza a construir una mirada sobre el otro. Esta frase es un pacto amoroso que hacen dos personas, de dejar de existir al mismo tiempo, una visión romántica de la muerte.
Contame un poco más acerca de esta teoría.
Esta relación entre el hombre y el universo, imposible de plantear en términos visuales y formales. Prácticamente no existimos, es un imposible, una especie de abismo. La muestra propone una idea de circulación para que primero veas las galaxias y luego te encuentres con esta obra, que está de espaldas al espectador cuando ingresa.
No solamente te dedicas al arte desde la producción sino también desde la gestión. Siempre tengo la impresión de que en Tucumán hay una disolución de roles muy fuerte y que hay muchos artistas que ocupan el rol de gestores o incluso de galeristas.
Es una característica del arte de Tucumán. Yo me considero artista-gestor porque entiendo a ambas facetas como una misma cosa. A veces en las provincias se vuelve un campo de trabajo muy complejo, donde se integran todas las áreas, lo que te lleva a hacer mucho más que la producción formal.
En relación a esto, con algunos amigos y colegas fundamos tres proyectos, "COO Cooperativa de Artistas de Tucumán", donde indagamos sobre cuestiones vinculadas a los derechos del artista como trabajador, junto a Gabriel Chaile y Andrea Fernandez entre otros, "Espacio Cripta" con Bruno Juliano, donde hacíamos exposiciones en el subsuelo de una iglesia católica en ruinas y "Rusia Galería", donde buscamos pensar el formato de una galería en Tucumán, una provincia sin mercado de arte y con las características particulares que tenía la escena en ese momento. Eso derivó en la "Fundación de Arte Contemporáneo de Tucumán", de la que soy presidente, donde le dimos un marco formal a estos proyectos para poder derivarlos a futuras generaciones.
"El diálogo" puede visitarse hasta el 26 de febrero en Pasto Galería (Paseo Colón 1490. De miércoles a sábado de 14 a 20hs).