La artista fue la protagonista de un vivo de Zibilia en vísperas del Día del Niño, el viernes 7. La charla que duró una hora estuvo centrada en su personaje Petit, el monstruo que pasó de libro a tener su propia serie animada en televisión. Además, dibujó en vivo, cantó y compartió ideas sobre el universo infantil.
Para celebrar el Mes del Niño, quisimos invitar a nuestro ciclo de vivos a una artista que supiera interpretar el fascinante y complejo mundo infantil. Así, el nombre de Isol Misenta surgió de manera natural.
Dibujante, escritora, cantante, compositora, actriz, mamá y muchas cosas más, Isol es de esas mujeres inquietas y magnéticas, que logran transitar con libertad y gracia los distintos campos del arte y dejar su sello inconfundible.
Desde que publicó su primer libro (Vida de Perros, 1997) nunca ha dejado de crear historias que sorprenden a chicos y a grandes. Tiene un estilo único e inconfundible, que sabe mutar en técnicas y materiales sin perder su esencia.
Su bibliografía acumula 23 títulos publicados y traducidos en varios idiomas, que han recibido muchísimos premios, entre ellos el Astrid Lindgren Memorial Award que otorga el gobierno de Suecia, la mayor distinción dentro del mundo de la ilustración infantil.
Así como en el mundo de las artes gráficas, su eclecticismo fue también una constante dentro de su carrera musical. Formó parte del Ensamble de Música de Cámara The Excuse, donde interpretaba canciones barrocas inglesas, alemanas e italianas del siglo XVII, y de 2000 a 2005 fue parte de Entre Ríos, banda de pop electrónico. Años más tarde armó un nuevo grupo junto a su hermano Zypce, Sima, y según sus palabras sintió que podía ser ella misma, sin posturas y sin la necesidad de cambiar de registro constantemente.
Un vivo concurrido
Había varios caminos posibles para recorrer en la entrevista y necesitaba uno que condensara su universo creativo. Y ahí surgió la idea de hablar sobre Petit, el monstruo, el libro que inspiró una serie que acaba de estrenar su segunda temporada y fue nominada a los Emmy Kids Award. Tuvimos el placer de escuchar en vivo cantada por Isol la cortina pegadiza de su autoría, ante el pedido insistente de la audiencia.
Por capricho del destino y de las redes sobresaturadas, la grabación de casi la totalidad de la entrevista en vivo se perdió. Quedó sólo el registro de los últimos minutos, donde volvimos a conectarnos para despedirnos de una charla que, sin darnos cuenta, había superado la hora de duración.
La adrenalina que generan los vivos es difícil de explicar. Por momentos hubo alrededor de 100 espectadores escuchando y comentando sin parar. Grandes, chicos, bibliotecarios, docentes, colegas, familias, algunos que recién la descubrían y otros muchos que son sus fieles seguidores. Inclusive Natalia Oreiro se sumó a la entrevista!
Isol contó que Petit, el monstruo surgió en 2006 casi como una reacción ante el boom de los libros de autoayuda y el declive de las religiones tradicionales. En un momento donde muchos buscaban cómo ser más buenos, Petit se preguntaba si era “alguna clase de monstruo inclasificable” y pedía desorientado un “manual de instrucciones" que le diera un poco de paz.
Recorrimos las páginas del libro y conocimos más sobre sus técnicas. Habló de la libertad que experimentaba pintando fuera de la línea y las posibilidades que le permitía trabajar sus ilustraciones en capas, sumando en cada una de ellas nuevas posibilidades de lectura.
Nos mostró cómo mirando con atención el fondo, se podía descubrir que Petit a veces era un lobo, y otras veces una liebre, un ángel o un demonio, un 01 o un 10. Y terminamos hablando de las luces y sombras de sus personajes, esos seres “perfectamente imperfectos” que recorren su extensa producción literaria.
“Lo lindo es tener muchas técnicas y elegir las que a uno le gustan, no sólo lo que debe ser lindo y nada más. Yo trabajaba haciendo muebles antiguos en un momento, y pintaba rosas rococó, con óleo, horrible... pero era mi trabajo. Y fue mi abuela un día y lo vio y me dijo: ¡Ahhh pero sabías pintar! Yo tengo que explicar a veces que no es que no me sale otra cosa, que yo elijo hacer esa cosa. Para mí lo importante es transmitir y comunicar esa libertad. Si después pasa, genial”, dijo entre risas.
Entre tanta charla, también nos dimos el gusto de verla dibujar un Petit en vivo y en directo. Mientras, contó -casi en secreto- que el peinado tan característico de su personaje (que para ella es como una boina aplastada) se lo robó a su hermano Zypce, que cuando era pequeño dibujaba a todos los nenes con ese extraño jopo.
Con sólo un par de crayones en mano y unos papeles de colores de fondo, Isol es capaz de crear todo un universo. Y según sus palabras, es eso lo que aún hoy le sigue fascinando del dibujo. Una experiencia tan presente en la niñez y que con los años se pierde por temor a no hacerlo "correctamente".
Confesó que nunca había imaginado que una de sus creaciones saltara del papel a la pantalla. Por todos los recursos económicos y los grandes equipos de trabajo que ese tipo de producciones demanda. Pero un día le regaló el libro al hijo de Hernán Guerschuny y lo inesperado sucedió. Su ojo de director de cine le permitió ver en ese cuento la semilla de algo más.
Para lograr que un libro de pocas hojas pase a una serie de varios capítulos, Isol contó que trabajó codo a codo con Fernando Salem (guionista de Zamba y Siesta). Juntos llegaron a la conclusión de que Petit es simplemente un niño como muchos otros, que cuestiona todo y a todos, que es curioso, inquieto y que puede ser bueno y malo al mismo tiempo. Y eso fue lo que hicieron. Crearon historias simples y cotidianas, llenas de preguntas y situaciones que logran plasmar como pocas el asombro de la niñez.
Cuando Isol vio el trailer creado por los animadores de Pájaro, y descubrió que la directora e ilustradora Bernardita Ojeda había respetado tan fielmente su estilo, su fuera de línea y su paleta de colores, supo que finalmente la transición del libro a la serie se había logrado.