Cuenta la leyenda, que Simone de Beauvoir le preguntó a Henri Cartier-Bresson cuánto tiempo iba a llevar que le tomara una fotografía. El artista le respondió que un poco más que una visita al dentista y un poco menos que al psicoanalista.
El lente de su cámara vio todo lo que ocurrió durante el siglo XX: las guerras, los países, las muertes, las soledades, los líderes, los anónimos, las calles, los paisajes y los grandes protagonistas de la historia.
Decidido a captar personalidades más que expresiones, según sus declaraciones, el enorme padre del fotoreportaje declaró: "Por encima de todo, busco el silencio interior".
En sus 96 años de vida (1908-2004) recorrió varias veces el mundo con su cámara Leica y combatió en primera línea por el surrealismo, el comunismo y el reporterismo. Además de fotógrafo, Henri Cartier-Bresson fue pintor y dibujante, cineasta y actor ocasional, poeta, antropólogo y emprendedor.
Por la importancia de su obra y su mirada, la Usina del Arte y el Museo del Cine P. Ducrós Hicken están presentando Henri Cartier-Bresson: Fotógrafo, una exposición que reúne sus fotografías más memorables.