Parece un jueves profeta más, pero es uno que se hizo esperar poco más de tres vueltas al Sol. La primera cita fue el jueves 5 de abril a las 21 en La Tangente, un espacio palermitano para escuchar buena música y disfrutar de de la gastronomía del lugar. Al entrar, nos obsequian con la entrada el disco Por los besos de mañana, primer material de la banda grabado en vivo en su despedida en Sala Siranush en 2014, que hasta el anuncio de estas dos fechas de abril, parecía la definitiva. Sobre esto, Martín Elizalde, líder de Falsos Profetas, dijo en su Twitter personal: “Nuestra ambición cuando entrábamos a grabar un disco era que transmitiera la fiesta que había en nuestros conciertos. Nunca lo terminamos de lograr…hasta ahora".
Después de una hora de espera, el público, ansioso, comienza con su cántico característico de “Los jueves son profetas”. Todos suman sus voces y arengan para que este grupo formado en Buenos Aires hace dieciocho años con influencias de rock, tango, milonga y ritmos rioplatenses salga al escenario de lo que será la primera de las dos noches para presentar su disco de un "hasta siempre". Para entrar en clima, suena de fondo Playas oscuras, de Los Visitantes, con Palo Pandolfo a la cabeza. Falsos Profetas se dio el lujo de tocar y vibrar en algunas fechas, como en su festejo de 15 años, junto a este músico icono de nuestro rock nacional.
A las 22.10 empieza el show. Los acordes de Lejos de la estepa (12 canciones de amor para cuando seamos jóvenes, 2010) dan inicio a un recital en el que se percibe un clima familiar, tenemos la sensación de que conocemos a cada uno de los que está sentado tarareando las canciones profetas. Los músicos se muestran contentos y parece que los códigos que cosecharon con sus seguidores durante tantos años y tantos escenarios, como el ND Ateneo, Buenos Ayres Club, Torquato Tasso, Niceto Club, La Trastienda y el Ultra Pop, siguen intactos. Todos saltan, cantan y se divierten. De a poco, los aires más tangueros y nostálgicos que nos regala el 2x4 se apropian del ambiente, y eso se percibe en el público, que le presta su voz al quinteto de Elizalde – piano y voz-, Agustín Goldenhorn –guitarra-, Nicolás Barderi –bajo-, Mariano Re – batería- y Alejando Montaldo –bandoneón y guitarra-.
Promediando la noche, Elizalde y Montaldo son los protagonistas con Un año más tarde (Tranquila, Corazón, 2005), sólo ellos dos, cantando entre las mesas, como ya es costumbre sea en la sala que sea. “En la última etapa de la banda nos gustaba hacer un alto en la mitad de los conciertos para reptar entre las mesas y cantarle al público esta canción al oído. Alejandro Montaldo lleva esta historia de bares y puertos a un lugar despojado, apenas amueblado por una intimidad que si uno se descuida puede llegar a resultar un poco perturbadora”, dicen en su disco despedida. Lo mismo hicieron en algunas presentaciones con Muerto el sol (Vimos pasar el verano, 2001), como la de 2011 en el porteño Ultra Bar, tocando entre el público con micrófonos en off:
Con Tranquila, Corazón (del disco homónimo de 2005), llega el momento más vibrante: es una de sus canciones más emblemáticas y según Falsos Profetas, este tema es “La verborragia al poder (…) Aquí se mezclan el consuelo a una amiga madrileña con el fútbol, el juego, los domingos sin turismo de sillón y sueño de echarle nafta a los teléfonos para no esperar más ese llamado que - de todas formas – nunca va a llegar”.
"Hay en los bares un rumor, dicen que ha vuelto el amor (...)", dice el estribillo de Rumor (12 canciones de amor...) y con esa melodía, la fiesta profeta es aún mayor. Después, se escucha Miramar (Tranquila, Corazón) y anuncian su retiro del escenario. El bandoneón es el protagonista de este tema, junto con el público, que se levanta de sus sillas para bailar.
Con los últimos versos, aseguran que ya están grandes para hacer que se van del escenario y vuelven, entonces se quedan y continúan el concierto con Nuevas formas de bailar (disco homónimo 2013) y Nubes de semillas, tema que grabaron para su disco 12 canciones de amor ... junto con Manuel Moretti, líder de Estelares. Tampoco se quedó afuera del disco despedida y dijo: “Fue un placer sumarme al disco, poniéndole la voz a esa píldora celeste de la nostalgia que es Nubes de semillas (…)” Para él, las canciones profetas tienen esa épica de eterna disputa entre la despedida y el reencuentro.
Para la medianoche, llega, ahora sí, el fin de la primera de las dos últimas noches de la banda. Martín baja del escenario para hacer ya un clásico de los cierres de shows: darle voz y mucha emoción a Por los besos de mañana (Hostal La Perla, 2003), versos que supieron cantar a los presos del Penal de Olmos en la inauguración del Centro Universitario de la Unidad en 2010.
Esta canción es la que también da cierre a su disco despedida, que en propias palabras de los músicos, es "un pequeño tributo a aquellos inexpertos Falsos Profetas que en la primavera de 1996 se juntaron con el objetivo de construir un proyecto que tuviera voz propia. Ahora, dos décadas más tarde, no podemos más que recordarlos, darles un gran abrazo y decirles: hicieron un gran trabajo. Ya pueden descansar".
Hoy Falsos Profetas es..."Somos un buen fuimos".