Ya sea que te quedes en la ciudad o emprendas un viaje, tener un libro a mano es un plan que nunca falla. Es por eso que le pedimos a nuestra experta Cecilia Perna que revisara su biblioteca en busca de algunas recomendaciones. Desde novelas y ensayos hasta poesía, estos son los títulos que podés disfrutar en cualquier escenario veraniego.
Recuperar un tesoro: "La vida tranquila" de Marguerite Duras (Mar Dulce, 2016)
La edición de este libro de Mar Dulce es un verdadero regalo. Es el encuentro, a través del trabajo delicado y atrapante de la traducción, de dos gigantes de la escritura como son Marguerite Duras y Alejandra Pizarnik. En esta novela, publicada en 1944, Duras despliega una minucia sensorial y afectiva, pasional y exaltada, por la que sin dudas Pizarnik se sintió atraída y soportó la tarea de traducirla hasta el final: su versión castellana fue originalmente publicada por el Centro Editor de América Latina en 1972, el año de su suicidio.
En párrafos que son una puntilla de palabras, Duras cuenta la historia de un duelo familiar, de un enredo sensual, de pasiones desatadas paredes adentro, con un trasfondo de hastío de pueblo. Una novela que atraviesa el campo, el mar y el paisaje secreto de un monólogo interior, para cerrarse luego como un círculo. La narración de Duras bordea la poesía, en este libro escrito con palabras castellanas, elegidas por el corazón vivo de la Alejandra Pizarnik traductora.
Realismo dark: "Cometierra" de Dolores Reyes (Sigilio, 2019)
La primera novela de Dolores Reyes que ya alcanza su octava reimpresión. Una adolescente de un barrio pobre, en pleno duelo, prueba la tierra de la tumba de su madre y descubre una conexión peculiar con los muertos. Al conocerse su poder, es solicitada por personas que buscan familiares perdidos. Traspasada por el dolor y las historias ajenas, su propia vida va cambiando y cruzando umbrales inesperados.
Una novela que, entre el realismo mágico y el policial negro, trabaja los materiales más oscuros, con una prosa ágil, que matiza con ternura el día a día de los personajes. Una historia que nos hace atravesar barreras que creemos infranqueables: la de la vida y la muerte, pero también la de los prejuicios de clase o de género. Cometierra, sin ser una novela de terror, evoca sin embargo nuestros terrores históricos y nos muestra que hay fuerzas mucho más temibles que los muertos. Otra clase de fantasmas.
Lo que dice el paisaje: "La lengua de la llanura" de Carlos Battilana (Caleta Olivia, 2021)
Tras haber publicado "Ramitas" el tomo de su poesía reunida (también por Caleta Olivia), Carlos Battilana nos entrega este nuevo libro. Aquí, le toca a la llanura entreverarse en su poética siempre reflexiva y apoyada en el paisaje. La llanura, es en estos poemas una presencia constante y olvidada que, sin embargo, nos sostiene y nos atraviesa con sus fenómenos cotidianos.
Carlos la hace hablar y encuentra conexiones cósmicas y anímicas, entre sus accidentes deslumbrantes y triviales: horizonte, tempestades, paja seca, rastrojos, aire liviano, matorrales. Todo lo atraviesan ciertas presencias, apenas delineadas como personajes, y su mirada que hace lazo, incluso cuando nombra la ruptura. Son poemas para reencontrar la belleza, también en la pequeña naturaleza que nos rodea y hace guiños, día tras día.
Clasificaciones poéticas: "Identidad de ciertas frutas" de Amanda Berenguer (La ballesta magnífica, 2021)
Amanda Berenguer es una de las más prolíficas poetas uruguayas del siglo XX y su obra ha sido muy poco difundida en nuestro país. El año pasado, la novísima editorial La ballesta magnífica ha publicado uno de sus más bellos libros. Identidad de ciertas frutas es un catálogo que describe, en su intensidad, las frutas de nuestra alimentación cotidiana. En el regocijo de cada una, se despliega el poema en la página, con un trabajo de gran experimentación formal en la escritura. Berenguer nos regala un verso movedizo y atípico que diagrama formas mutantes. La edición de La ballesta magnífica es delicada y precisa. Con las más elocuentes ilustraciones, acompañando la experiencia de lectura de este poemario-inventario.
La voluntad de un jardín: "Naturaleza Moderna" de Derek Jarman (Caja Negra, 2019)
Derek Jarman fue uno de los más grandes creadores visuales de fines del siglo XX. Siempre oblicuo, siempre apenas dejando asomar su arte barroco y trash a la escena del momento. Director de cine y video, atravesó la fundación del punk y flotó con sus creaciones todo el postpunk de la década del 80. Trabajó con Sex Pistols, The Smiths y Pet Shop Boys y fue frecuentado por esas peculiares estrellas de la época: David Hockney, Annie Lennox o Tilda Swinton. Fue escenógrafo, poeta, pintor y, en una mezcla final de lírica y visión, fue jardinero.
Cuando en 1986 le diagnosticaron HIV, se refugió en su cabaña del cabo de Kent, y entre los áridos guijarros del suelo marino, cultivó su famoso jardín, espacio siempre abierto a las visitas y a la creación. En Prospect Cottage filmó su bella película "The Garden" y escribió este libro precioso, "Naturaleza Moderna", mezcla de diario, cuaderno de apuntes y bitácora de artista, en los que se parte de esta premisa: no es la naturaleza lo que está dado, sino la cultura, y sobre la cultura es que la naturaleza debe ser cultivada. Los jardines son un destino.
Intersecciones: "Zona de promesas" de Florencia Angilletta (Capital Intelectual, 2021)
Zona de promesas: cinco discusiones fundamentales entre los feminismos y la política es el nombre completo de este libro. Un ensayo fundamental para comprender la escena actual, en la que se cruzan los discursos, cuerpos e intervenciones feministas con los espacios tradicionales de la política: el Estado, el mercado, el ámbito laboral y el partidario, las plazas, pero también, con la crianza, las formas de la amistad o las convenciones de una primera cita. El estilo de Angilletta es claro y contundente.
En sus páginas repasa las escenas que formaron el afecto político de una generación -la suya- al calor de las resistencias de los noventa y las militancias post 2001. Es en ese humus que se cultivan los feminismos que hoy nos atraviesan, marcados por el hito de la marcha Ni Una Menos, en el 2015. Desde allí, el libro despliega sus preguntas, que ordenan y nunca clausuran, para que podamos hacernos el propio mapa de situación, un mapa que es, también, el de nuestras vivencias personales.