"En la obra de un escritor genio, volvemos a descubrir nuestros propios pensamientos descuidados" dijo Ralph Waldo Emerson.
Cuando uno mira alrededor en medidas de tiempos, épocas y cambios sociales, ciertos temas aquejan nuestra latente era... "La era del feminismo" podría decirse, pero también que comenzó hace muchos años de la mano de mujeres que, a pesar de vientos arrasadores, pudieron mantenerse firmes en el oficio de ponerle nombre, palabra, descripción, forma e ideología a esto que resumimos con el palabra "vida".
Entre estas escritoras, encontramos a Jane Austen que amplió horizontes literarios e influyó sobre intelectuales. Austen apostó por "sensatez y sensibilidad" en cuanto los asuntos entre mujeres y hombres. Entre otros temas, habló sobre el dinero, que no debería tomarse a la ligera: para ella el amor no podría sobrevivir jamás sin dinero y, por caso, el dinero no sobrevive en una relación sin amor.
La literata imaginó un mundo mejor donde el amor entre dos personas no reside en la aceptación del otro tal cual es. Para Austen los amantes exitosos tienen el deber de enseñarse el uno al otro. Así formulada, la relación fomenta el crecimiento y mejoramiento de los dos sujetos.
A diferencia de Austen, que escribía sus obras en la habitación común de la casa sobre una pequeñita mesa octagonal, a la vista de todos, Virginia Woolf disfrutó de los privilegios de una posición económica y social mucho más acomodada. De hecho, Wolff se jactó en tomar las decisiones apropiadas para que el dinero no fuera un impedimento a la hora de crear. Leonard Woolf, su marido, siempre la apoyó e incentivó para que nunca deje de escribir y, en conjunto, fundaron la editorial Hogarth Press en 1917.
En una época donde las mujeres carecían de poder económico y, por lo tanto, de independencia intelectual, Virginia Woolf se las ingenió para recolectar conocimientos con su asidua lectura. Ésta comenzó en la biblioteca de su padre y derivó en las públicas donde continuó con su educación autodidacta. De hecho Virginia estaba profundamente enraizada y en contacto con la desventaja que vivía una mujer en el mundo. Consideraba que hasta un perro tenia mas chance de crear poesía antes que una mujer.
Ahora nos parece obviedad que una mujer cuente con una habitación propia y una estabilidad digna para dar curso a una creación valiosa e ininterrumpida en las letras. Pero esto en aquella época era una afirmación revolucionaria.
Otra escritora que influyó vastamente en aquellos tiempos de lucha literaria fue Emily Bronte que debió publicar bajo seudónimo masculino: Ellis Bell. Su única y celebrada obra, Cumbres Borrascosas, publicada en 1847, es una obra maestra sobre el amor desbordado y las pasiones que transforman que se desborda. desbordado. que alcanzan transforman en las personas. La autora tuvo que publicar bajo seudónimo masculino (Ellis Bell) ya que no era permitido a una mujer este labor.
Estas y otras grandes artesanas de la palabra, han dado como resultado que una vez al año se celebre el día de las escritoras. Internacionalmente, se convoca el lunes siguiente a la fecha del 15 de octubre,(festividad de Teresa de Jesús).
Ell entorno de Emily Bronte, mucho no la ayudó a profundizar en una imaginación fértil que había comenzado como juego de niños en su casa de infancia. De joven, los mandatos sociales la impusieron en lo que ella consideraba como una jaula, el oficio de enseñar en una escuela. Sus contemporáneos le aconsejaban que estaba todo muy bien con la poesía pero que una mujer jamás deberá buscar celebridad a través de ella.
Una de las cuestiones que a mí me llamó tanto la atencion como a Virginia Woolf es que existe la distinción "mujeres escritoras" y estudios sobre la mujer. Vastos volúmenes... todos escritos por hombres.
Gracias a dios y a la obstinación que no es una condición ni femenina ni masculina sino la que nace del embelesamiento y la pasión, estas mujeres y otras encontraron momento sustento y lucidez suficiente como para crear las obras literarias que han marcado para siempre una diferencia en la sociedad.
La mujer y la literatura a partir de estas mujeres geniales comenzó a tener más relevancia trascendencia y espacio en el reñido mundo de los hombres, un mundo que al parecer no aprecia que la dadora de vida es capaz de muchísimo mas que estar confinada en un hogar, la creación de la mujer va mas allá de la vida.