A partir del conflicto entre Paulo Londra y sus ex socios de Big Ligas, que tanto revuelo ha generado en los últimos meses, recordamos cinco casos de músicxs que también le hicieron frente a sus sellos editoriales como Kanye West, Taylor Swift, Luis Alberto Spinetta, Prince y George Michael, para debatir acerca de un tema que genera más preguntas que respuestas. ¿Qué tan libre es unx artista frente a su obra y qué tanto depende del sistema para “triunfar”?

Entre 2018 y 2019 Londra fue el argentino más reproducido en Spotify. Sacó el disco "Homerun" que incluye temas como “Adán y Eva”, “Nena maldición”, “Tal vez” y “Por eso vine” y colaboraciones del británico Ed Sheeran y el DJ estadounidense Steve Aoki. No obstante, hace dos años que el músico cordobés no publica nuevo material ya que se encuentra envuelto en una disputa contractual con quienes fundó el sello Big Ligas, el productor colombiano Ovy On The Drums (Daniel Oviedo) y el empresario puertorriqueño Kristoman (Cristian Salazar).

El caso, que sigue cosechando apoyo público por parte de grandes referentes como Duki, Soledad Pastorutti, Abel Pintos y J Balvin no es una historia aislada, sino que se inscribe en una tradición casi tan antigua como la industria musical. Es por eso que mientras esperamos la resolución judicial final, desde Zibilia repasamos cinco enfrentamientos mediáticos entre artistas legendarios y sus discográficas.

KANYE WEST VS. UNIVERSAL MUSIC GROUP

El año pasado, antes de hacer pública buena parte de los contratos que lo unen a Universal Music Group, el rapero estadounidense Kanye West escribió para sus más de 30 millones de seguidores en Twitter: “Perdono a todos los de la industria de la música que están involucrados con la esclavitud moderna. La venganza es sólo de los señores”. No se sabe que fue lo que desencadenó la marea de tuits, pero sí que hubo una amenaza inconclusa, la de no lanzar más canciones y la promesa de una cruzada quijotesca: “En el mundo del streaming la propiedad de los derechos lo es todo, esa es la mayor parte de los ingresos. En época de covid necesitamos nuestros derechos. Los artistas se mueren de hambre sin giras. Voy a reclamar nuestros derechos por todos los artistas” decretó. Por lo pronto y más allá de las amenazas, el colérico y polemista West se reconcilió con el mundo del entretenimiento y ha lanzado otro disco tan ambicioso como efectivo, "Donda". Eso sí, siempre nos quedarán sus mensajes megalómanos y proféticos como, “me siento tan humilde y bendecido porque Dios me haya puesto en una posición lo suficientemente fuerte para hacer esto. Sigan todos orando. Está funcionando”.

TAYLOR SWIFT VS. SHAMROCK

Con 23.8 millones de dólares, Taylor Swift se consagró como la artista que más dinero generó en Estados Unidos durante el 2020, superando a colegas como Post Malone, Céline Dion, The Eagles y Billie Eilish según las métricas de Billboard. Así y todo, la cantante de 31 años no pudo evitar que el fondo de inversión Shamrock desembolsará alrededor de 250 millones de euros para comprar los derechos autorales de sus primeros seis discos de estudio. Lo peor es que se enteró a través de una carta cuando la operación ya se había concretado. Lo mismo le sucedió en 2019 cuando Scooter Braun inesperadamente se hizo de su catálogo gracias a la adquisición de Big Machine Label, sello al que ella perteneció entre 2005 y 2018, previo a fichar por Universal Music. Harta y empoderada, la compositora oriunda de Pensilvania decidió regrabar sus primeros discos y canciones para así tener el control de los masters, comenzando por el iniciático "Fearless" del año 2008.

LUIS ALBERTO SPINETTA VS. RCA

Entre Almendra y Pescado Rabioso, Luis Alberto Spinetta sacó "Spinettalandia y sus amigos" en 1971, su bautismo de fuego en solitario. O no. Porque el sello RCA, en lugar de comercializarlo como se concibió, modificó la portada y lo publicó bajo el engañoso título de "Almendra". ¿El motivo? El grupo que completaban Edelmiro Molinari, Emilio del Guercio, Rodolfo García había rubricado un contrato por tres álbumes de estudio. Eso en los papeles, porque el cuarteto quemó todas las naves antes de llegar al último y vaya si lo hicieron. ya que hoy en día los dos volúmenes homónimos son clásicos del cancionero popular argentino. Para sortear el compromiso El Flaco convocó a Pappo, Miguel Abuelo y Héctor “Pomo” Lorenzo y apuró un elepé rockero, denso y experimental que según sus propias palabras podía entenderse como “un anti-disco”. Demanda mediante, el trabajo apócrifo de Almendra sería descatalogado hasta que en 1995 Sony lo editó tal cual se pensó originalmente y continuó circulando como "La Búsqueda de la Estrella".

PRINCE VS. WARNER BROS

Prince revolucionó el show business por última vez en 1993 al anunciar que cambiaría su nombre a “el artista antes conocido como Prince” (TAFKAP de acuerdo a sus siglas en inglés) o que simplemente podían referirse a él utilizando el Love Symbol, una figura binaria creada a partir de los símbolos masculino y femenino. El musico de Minneapolis trastocó su imagen pública para hacerle frente a Warner Bros, la disquera con la que trabajaba desde 1977, con quienes había lanzado "Purple Rain" entre otros clásicos del pop moderno. La disputa empezó cuando la empresa se negó a lanzar música nueva, argumentando que el mercado se saturaría y mermaría el interés. "La compañía es dueña de la marca Prince y de todo el material mercadeado con ese nombre. Me convertí simplemente en un peón que utilizan para producir dinero”, declaró quien fuera uno de los máximos exponentes del funk. Finalmente logró recuperar su identidad cuando caducó el convenio en el año 2000.

GEORGE MICHAEL VS. SONY

Luego de consagrarse como solista en 1993, George Michael se encontraba en la cúspide de su trayectoria. Envalentonado, decidió tomar las riendas de su proyecto y cargarse el acuerdo judicial que lo unía a su sello firmado en 1988, que estipulaba una relación de al menos 15 años. "Estaba muy desconcertado y triste tras el éxito de Faith y la decisión que tomé para intentar alcanzar un equilibrio en mi vida no fue la ideal para los ejecutivos de Sony del Reino Unido y el resto del mundo”, planteó por aquel entonces el compositor de “Careless Whisper”, que sentía limitado su potencial creativo. Y si bien perdió el litigio en cuestión, logró desvincularse de Sony. Paradójicamente volvería a ellos en 2003, haciendo una escala primero por Virgin Records. Con respecto a esto el ex miembro de Wham! sintetizó, “tenés un artista que vende 15 millones y de repente dice no y quiere quedarse en su habitación. De eso se trató el juicio. Yo no controlaba mi propia carrera. Cuando quise hacer algo que no concordaba con las ideas de la compañía, no pude hacerlo”.