Pocos directores supieron trasladar a la pantalla grande una temática tan misteriosa y compleja como la muerte. Tim Burton no solo es uno de ellos, sino que también, con su sello único e inconfundible, creó un universo en sí mismo, capaz de transportar a los espectadores a historias donde los muertos parecen tener mucho más para decir que los vivos. “Beetlejuice”, su icónica película estrenada en 1988 que lo consolidó como un reconocido cineasta en Hollywood, es un ejemplo de ello.
Los comienzos del film se remontan a mediados de los 80, luego del éxito de Burton “La gran aventura de Pee-Wee”. Para ese entonces, el cineasta había comenzado a trabajar en “Batman” -uno de sus proyectos más ambiciosos- junto con Warner Bros y, en simultáneo, leía guiones que le enviaban para futuras producciones. Sin embargo, rechazó la mayoría debido a su “falta de imaginación y originalidad”.
“Me encantó. Había leído un montón de guiones que eran las clásicas comedias hollywoodienses hechas con un molde. Esto era completamente opuesto a eso: no tenía una historia real, no tenía ningún sentido… Aquel debía ser el guion más amorfo de la historia. Tenía el tipo de imaginación abstracta que me gusta, con todos aquellos personajes raros entrando y saliendo”, expresó Burton cuando, finalmente, un guion de Michael McDowell llegó a sus manos.
En un principio, McDowell había escrito una historia pura y exclusivamente de terror, que incluía desde muertes sangrientas hasta violaciones. Sin embargo, Warner Bros tomó la decisión de hacer una versión más amigable para, de esta manera, alcanzar un público masivo.
Tras varias reescrituras, el guion se convirtió en una disparatada fusión de terror y comedia que cuenta la historia de Adam (Alec Baldwin) y Barbara (Geena Davis), una pareja de fantasmas cuyo hogar es invadido por unos nuevos propietarios oriundos de Nueva York: la familia Deetz (Winona Ryder, Catherine OHara y Jeffrey Jones). Para ahuyentarlos, deciden contratar a un bio-exorcista llamado Beetlejuice (Michael Keaton) que, más que una solución, se convierte en un problema para el matrimonio de recién fallecidos.
Encontrar al Beetlejuice ideal fue todo un desafío para Burton. Entre las principales opciones se encontraba Sammy Davis Jr., miembro de la banda Rat Pack. Sin embargo, el actor y cantante rechazó el papel. Fue así como Michael Keaton se convirtió en el protagonista del proyecto. “Mucha gente puso en duda la elección de Michael Keaton como Beetlejuice, pero todo estaba en sus ojos: eran salvajes. Se metió en el personaje y siguió adelante con él. Fue la primera ocasión en que testimonié cómo un personaje crecía en el interior de un actor”, sostuvo Burton en diferentes entrevistas.
Aquel excéntrico y maligno personaje del Inframundo -basado en una serie de tarjetas estereográficas francesas del siglo XIX de demonios- marcó un antes y un después en la vida de Keaton, al punto de que se convirtió en todo un ícono de la cultura pop.
La película también catapultó al estrellato a Winona Ryder, quien encarnó al personaje de Lydia Deetz y, tan solo dos años después, volvería a trabajar con Burton en “El Joven Manos de Tijera”. Su participación en los proyectos del cineasta, junto con otros films, la coronaron como una referente del cine de los 90.
La creación del Más Allá
Warner Bros otorgó a Burton tan solo 15 millones de dólares para la realización del film, una suma de dinero pobre para lo que respecta a Hollywood. Sin embargo, aquella precariedad pasó a ser una virtud para el proyecto: efectos visuales artesanales y animación stop-motion fueron algunos de los recursos que se utilizaron para la creación de personajes espeluznantes y bizarros, como una serpiente con tintes demoníacos y criaturas deformes.
Tales seres del más allá, sumado a un diseño de producción que combina el costumbrismo americano junto con una estética gótica -típica de la filmografía de Burton-, crean una atmósfera donde el factor sorpresa está siempre presente, dando indicios de que los muertos se apoderan cada vez más del mundo de los vivos. A su vez, la banda sonora, compuesta por el gran Danny Elfman, le imprime a cada una de las escenas cierta aura de misterio y terror.
Tras su lanzamiento, además de recaudar 84,6 millones de dólares en todo el mundo, “Beetlejuice” fue nominada a dos premios BAFTA por mejores efectos especiales visuales y maquillaje, así como también ganó el Oscar por mejor maquillaje y peluquería. Años más tarde, el American Film Institute la designó como parte de la lista de las 100 películas estadounidenses más divertidas.
Una secuela que promete, y mucho
Hoy, a más de 30 años de su estreno, la película no solo es considerada un clásico de los 80, sino que también continúa despertando emoción entre cinéfilos. Por esa razón, en marzo de 2022 Burton anunció una secuela que contará con gran parte del elenco original, como Michael Keaton, Catherine O´Hara y Winona Ryder. Al proyecto se sumará Jenna Ortega, la protagonista de “Wednesday”, que interpretará a la hija de Lydia Deetz, así como también Monica Bellucci y Willem Dafoe.
“Volver a hacer este personaje fue la experiencia más divertida que pude haber tenido”, contó Keaton en una entrevista con Empire. Además, el actor señaló que tanto él como Burton trabajaron para que la secuela mantenga la misma esencia que la película original. A pesar de la huelga de actores y guionistas en Hollywood, el director afirmó a los medios que cuentan con un 99% del film hecho, por lo que llegará a los cines en septiembre de 2024.