Es una cancionista imparable, entre la ironía y las profundas melodías que atrapa con los ritmos en la piel: tango, milonga, vals, rocanrol, cumbia y los mundos del folklore resuenan en la voz de Sofía Viola. A los 22 años, nacida el 9 de Agosto de 1989 en Lanús y con una larga historia de recitales en varietés, antros y escenas diversas, grabó dos discos artesanales, prepara el tercero, Júbilo, y ya es celebrada por sus colegas y por quienes la descubren en el circuito under, en las peñas eléctricas o en cualquier parte. Ventana a la vida de una artista singular que ya atesora más de 120 temas, que maneja recursos escénicos a pura risa, intuición y poesía, y con su guitarra y su charangón trae canciones que no pueden olvidarse. A los 11 años experimenta la actuación en un programa llamado Medios Locos conducido por Castello, Gillespi y Mex, allí Sofía se desempeñaba en la actuación de La supuesta hija de Perón En 2009, graba su primer disco (Parmi) en una casa ecológica en San Marcos Sierras, utilizando energía solar. Fabrica cada ejemplar en su casa, lo firma con letra manuscrita y entrega en mano. A mediados de 2010 graba Munanakunanchej en el Camino Kurmi , un título en quechua que significa Tenemos que querernos en el camino Arco Iris. Ese disco y su entrada en el circuito porteño la revelaron como una artista de culto y potencial popular. Un salto evolutivo en el linaje de los cancionistas argentinos. Así, en su música conviven tanto huayco y yaraví como rock argentino, hot jazz, ranchera, tango criollo y actitud punk. El resultado es una canción nueva, con tanto humor como hondura: interpretada por una voz salvaje y caudalosa.