La adhesión de Raul Mazzoni a la abstracción geométrica surge en 1960 en su ciudad natal, La Plata, donde formaba parte de un grupo con jóvenes influenciados en aquél entonces por las innovadoras clases de visión que dictara el profesor Héctor Cartier en la Escuela Superior de Bellas Artes. El enrolamiento en esta tendencia plástica sienta las bases conceptuales para formar parte como docente de la carrera de comunicación visual, que creara y condujera el profesor Roberto Rollie en la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de La Plata. Posteriormente dictó cursos y seminarios sobre temas de visión, comunicación visual y técnicas de expresión en distintas instituciones privadas y oficiales, entre las que se destacan la Escuela Superior Ernesto de la Cárcova de Buenos Aires y la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional de La Plata.
Es en el año 1973 que define su propuesta plástica, que denominará pinturas bi-espaciales, realizando numerosas exposiciones individuales y colectivas en el país y en el exterior. Poseen sus obras los principales museos del país, entre los que se encuentran: Museo Nacional de Bellas Artes, Museo de Arte Moderno, Museo Sívori, Museo de Arte Latinoamericano Contemporáneo (MACLA) y diversas instituciones y colecciones privadas en el país y el exterior.
Plantea Aldo Galli de su obra: Lo primero que inspira en el espectador la obra del pintor Raúl Mazzoni es una sensación de rigor, de madura objetividad racional. Presentan sus composiciones planteamientos espaciales, que van desde el corte de la pantalla plástica hasta la acentuación del contraste entre el espacio ilusorio y el espacio real, mediante la esfumatura. Se diría que este problema es el que rige la labor actual de Mazzoni, que soluciona cada uno de sus trabajos con una capacidad especulativa y teórica, que actúa sobre el espectador por un camino de arte en el que se exalta la capacidad dialéctica y el rasgo intelectual
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