Construida en el año 1900. Los vecinos pueden disfrutar de forma libre y gratuita de su gran parque de más de una hectárea, dotado de valiosos ejemplares de árboles y vegetación autóctona. Hoy en día la quinta es utilizada para dictar cursos y talleres para la comunidad, aparte de llevarse a cabo importantes exposiciones pictóricas y muestras fotográficas. En verano se realizan recitales gratuitos para la comunidad (folclore, música clásica, tango). En su sótano funcionaba el atelier de un reconocido artista plástico y miembro de la Quinta Trabucco, Alberto Trabucco. La quinta posee un pino candelero, único en el mundo, un árbol que creció en forma de candelero por haber recibido en el medio la caída de un rayo.