Nace en Mendoza en 1942. Egresada de la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Cuyo. Trabajó en arte textil desde 1967 hasta 1985. Desde entonces se especializa en instalaciones y esculturas. Ha realizado muestras en museos y galerías en todo el país y en el exterior. La búsqueda de belleza en su obra no está regida por los cánones clásicos de la metafísica del arte vinculados a la buena proporción, la armonía y el ordenamiento del caos. Tampoco agota su objetivo en producir una catarsis emocional y mucho menos aspira a lograr la complacencia del espectador.
El arte de N. C. apunta al rescate de lo verdadero, aunque la contemplación de la obra resulte inconfortable
y hasta pueda provocar reacciones de angustia. En su planteo, la ética prevalece sobre la estética. La ética de la creación es la búsqueda de lo verdadero, no como certidumbre del sentido de verdad última, sino como vivencia genuina. Una experiencia artística puede ser dura
, pero si es verdadera, despierta
, sorprende, conmueve y alivia. La artista pone en obra la incertidumbre sobre el futuro del hombre contemporáneo, que deambula en una oscilación entre lo infrahumano y lo sobrehumano, la espiritualidad. La eterna lucha entre el bien y el mal se resuelve en la obra, en la aspiración a integrar lo contradictorio.