La obra de Nora Correas sorprendió al público nacional e internacional con sus formas escultóricas, salidas del dominio que la artista había acumulado de su trabajo con fibras.
Creadora capaz de nutrirse de los lenguajes más contemporáneos para, mirando hacia su entorno local, desarrollar uno de los lenguajes más personales dentro del ambiente artístico argentino y latinoamericano de su época. Algo difícil de reconocer, acostumbrados como estamos a legitimar sólo aquello que viene de afuera.
La obra de Nora Correas comienza con una mirada a su interior y a lo que sucede en el mundo exterior, y nace del anhelo de darle sentido a su existencia. Nora es «ella y sus circunstancias».
En cada momento y circunstancia de su vida, fueron las angustias, las dudas, las interrogantes surgidas de ellas, las que han constituido el fundamento de su obra y las que, en su devenir, encontraron expresión a través de lo que ha sido su principal obsesión desde la infancia: el Arte.