La Catedral se levanta en medio de las construcciones urbanas, como un espacio detenido en el tiempo. Este edificio de 1880, es parte del patrimonio cultural artístico y turístico del barrio de Almagro.
Su techumbre de 12 metros de alto y piso de madera se levantaron como silo de granos, luego como fábrica de lácteos, mas tarde funcionó como frigorífico, y finalmente recuperado para la cultura argentina.
En este amplio espacio funciona hoy La Catedral. Con una ambientación surgida de reciclaje, casi como un museo del despojo, podrás disfrutar todos los días de la magia enmarcada en el arte, el tango, y el folklore.
La Catedral suma también su propuesta gastronómica naturista. Todo lo que se cocina en la Catedral no tiene carne. Platos especiales, elaborados con ingredientes orgánicos. Variedad de pizzas de harina integral orgánica, empanadas, picadas vegetarianas y sandwiches.