Guillermo Ueno se inció en el arte estudiando fotografía en un taller donde tenía de vecino a Enrique Symns. Luego concurrió por dos años a Escuela de Arte Fotográfico de Avellaneda y continuó sus estudios con Esteban Marco y Alberto Goldenstein.
Expuso sus fotografías por primera vez en la Alianza Francesa. Luego se multiplicaron las muestras individuales y colectivas en la Sala de Lenguajes Contemporáneos curado por Florencia Braga Menéndez, en el Centro Cultural Rojas bajo la tutela de Alberto Goldenstein, en la galería Ruth Benzacar y en el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (Malba), entre tantos otros espacios. Sus trabajos fueron publicados en la Purple Magazine, en la revista I-D e ingresaron en las Colecciones del Malba y del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires (Mamba).Según Guillermo, el toma fotos para: Entender de qué se está hablando, qué se está mirando mientras se habla de lo que se está mirando. Para grabar el ambiente en diferentes formas. Escuchar las conversaciones ajenas, tratar de aprender de ellas, un consejo, un tono de voz, una cadencia. Para registrar las voces y grabar los rostros. Mezclarlos. Olvidarse de ellos, continuar el paseo y la charla. Sentarse a mirar. Pensar diferentes posibilidades de organizar lo que hicimos hasta el momento de sentarnos. Viajar al interior de la provincia. Visitar padres, hermanos y sobrinas. Estar en silencio. Mirar las estrellas. Mirar a través de la fotografía.