Fernando Rubio es director, dramaturgo, actor y artista visual. Desde muy temprana edad recibió conocimientos visuales del pintor, escultor y grabador Juan José Cartasso, creador del neograbado. Egresado en dramaturgia de la Escuela Metropolitana de Arte Dramático, se formó con Marcelo Bertuccio, Daniel Veronese y Alejandro Tantanian. Estudió actuación con Néstor Romero, Luis Agustoni y Norman Briski y puesta en escena con Rubén Szchumacher. Desde 1998 realiza obras en busca de la reformulación del espacio y el vínculo con los espectadores. En su planteo estético confluyen el teatro, el cine, la literatura y las artes visuales. Se ha presentado con sus producciones en festivales internacionales, teatros, centros de arte y espacios públicos de la Argentina, Bolivia, Chile, México, España, Italia, Portugal, Francia, Hungría, Rusia y Alemania.
Una de sus creaciones es Hablar la memoria del mundo, obra de dramaturgia fotográfica, que comenzó con 600 personas que respondieron qué era lo más bello que habían hecho en su vida. Esas personas fueron fotografiadas, luego integraron una instalación y más tarde, la puesta escena Un niño ha muerto, inspirada en esa experiencia. Aún hoy el proyecto continúa en la realización de una película. En 2005, recibió un Premio Teatro del Mundo por esta obra.