“Dease” es el nombre artístico y alter-ego de Francisco Baccega (22 años) cantante, compositor, modelo y actor que acaba de lanzar su primer álbum “ANFIS BENA” (con trece canciones), donde profesa un romance estético. Dease advierte una amplia combinación de sonidos que se centran, no solo en la constatación de un estilo musical propio, sino también en la consumación de un universo artístico concreto, portado de lógicas y preceptos inherentes al lenguaje vívido de sus sentidos. Francisco ha tocado como soporte de Ella es tan cargosa y La Mississippi en La Trastienda Club - año 2019 -; haber abierto el show de Los Muchachos de la Secta (banda under que admiro) en La Cultura del Barrio - año 2022 -; haber compartido escenario junto a Sergio Rotman en Orange Bar, San Martín, durante el marco de un show homenaje a David Bowie - año 2022 -; haber ganado la beca “CREACIÓN” del F.N.A para financiar el video del sencillo “Isaak” - año 2022 -; haber tocado en el festival de música under, “Satori”, organizado en el Oeste - año 2022 -; haber compartido fecha con Benito Cerati en el Centro Cultural San Martín durante la manifestación del High Happening - año 2023.Las mayores influencias de Dease son David Bowie (símbolo máximo y gran inspiración estética); Björk (madre ilustrativa y portal hacia culebreantes fronteras); Kate Bush (bruja abanicadora y arquetipo de la corporeidad estridente); mas allá de las influencias musicales, tiene - al mismo nivel de importancia que las mencionadas precedentemente - grandes influencias literarias, filosóficas y cinematográficas como Alejandra Pizarnik (sus Diarios y Poesía completa escoltaron mi entrada a los sinuosos veinte, jaja); Rainer Maria Rilke (Cartas a un joven poeta es un libro que todo artista inicial debe leer); Jorge Luis Borges (El libro de arena - mas precisamente Ulrika, El otro y There are more things - fue y será siempre mi “almacén” de nebulosas); Arthur Schopenhauer (Ensayo sobre el libre Albedrío, junto con Las aventuras perdidas de Pizarnik, que le enseñó a rechazar juiciosamente el mundo sin perderse de nada que luego pudiera lamentar o considerar vano); Rodolfo Braceli (las canciones “Nuevos vicios” y “Ni”, existen gracias a La misa humana); Stanley Kubrick (2001; Una Odisea al Espacio, El Resplandor y Ojos bien cerrados, fluidifican la oscuridad y recelo que siempre sintió ante el mundo, y ayudaron entender el por qué de su sentimiento trágico por sobre la vida. No es casual que los tres protagonistas de estas películas sean seres completamente alienados o mental y/o físicamente apartados de su lugar común
).