Nace en el barrio de San Cristóbal en 1971. Ingresa en la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón, para luego recibirse con el título de Profesor Nacional de Dibujo y Pintura. Estudia y desarrolla serigrafías en el estudio de Buenos Aires de Andrea Moccio. En Lima, Perú junto a Miguel Lescano estudia en profundidad técnicas serigráficas y en su taller Cono Sur
sigue desarrollando proyectos. Asistió a la artista Cristina Dartiguelongue durante dos años en su taller de Palermo, Buenos Aires. Más tarde y durante un año asiste al artista plástico Marino Santa María en su taller de Barracas, Buenos Aires.
El Claudio de entonces era un chico, un chico con convicciones. La energía que ponía para defender con fuerza sus ideas, por lo general eran buenas que iban mucho más allá de su habilidad como visualizador o ilustrador. Claudio desarrollaba conceptos y era tan bueno para plasmarlos en imágenes como en palabras. Una parte de su obra responde a ese ejercicio. Una palabra asociada a una imagen fuerte resume una idea y se transforma en arte porque su habilidad para manejar el color y texturizar imágenes preexistentes, le otorga al conjunto un vuelo propio e inconfundible. Un Roncoli de estos años es bien reconocible. Tiene un carácter que dificilmente pase inadvertido. Y a la mayoria de la gente le gusta, sobre todo si es joven y open mind.