María Andrea Anzorena nació en Allen, provincia de Rio Negro, en 1959. A los 9 años viajó a Buenos Aires, donde se instala junto a su familia. A partir de allí frecuenta diversos talleres de cerámica. Luego de terminar sus estudios secundarios, su amor por la arcilla la motiva a inscribirse en la escuela Nacional de Cerámica. Luego de finalizar la carrera, realiza diversos trabajos por encargo, logrando la práctica que todo artista nececita en taller.
En 1980 viaja a Europa donde queda deslumbrada ante las manifestaciones artísticas que conoce. En 1982 realiza el profesorado en cerámica artística y esmaltado de metales. En 1993 regresa a su carrera artística donde nunca más vuelve a interrumpirse. El maestro Antonio Pujia la ayuda a transitar el nuevo camino de la escultura. Hoy sus obras trascienden por los diferentes países, obteniendo menciones y premios.