Un naufragio tras una tempestad arroja a los pasajeros de un navío a una isla perdida en el mar. Allí se encontrarán que la isla es gobernada por el mago Próspero que somete a todos sus habitantes bajo sus poderes mágicos, junto a su hija Miranda y toda una corte de seres fantásticos como el espíritu Ariel y el malvado Calibán. Pero poco a poco se descubre que el naufragio no ha sido una fatalidad casual.
“La tempestad es intangible y peligrosa, porque tiene esa palabra odiosa para mí que es fantasía. Eso es lo que hay que evitar para llegar al cuento. La dificultad es hacer verosímil algo que no tiene ningún apoyo real. Rey Lear, por ejemplo, es una catedral, una obra muy difícil, pero que puede formar parte de nuestra cotidianidad: un hombre viejo que se ve maltratado por su hijas. En cambio, La tempestad es un sueño en la mente de alguien y no se sabe en qué zona del universo está ubicado o en qué zona de la conciencia pasa. Pero es que no existe La tempestad en abstracto sin el Próspero que uno sienta cercano. Hay muchos buenos actores que podrían hacerlo, pero a mí no me dicen nada. En cambio, con Alfredo, por todos los trabajos que hicimos juntos, hay una complicidad”.
Autor: William Shakespeare // Actores: Alfredo Alcón, Eleonora Wexler, Carlos Belloso, Osvaldo Bonet, Horacio Peña, Tony Vilas, Leandro Aíta, Pablo Algañaraz, Eduardo Calvo, Santiago Calvo, Adrián Canale, Fabián Canale, Bryan, Javier Davis, Aureliano Far Suau, Oscar Ferrigno, Tomás Fonzi, Juan Pablo Gómez, Hernán Jimenez, Néstor Sánchez, Pedro Segni, Diego Starosta // Dirección: Lluis Pasqual // Escenografía: Lluis Pasqual // Iluminación: Lluis Pasqual // Vestuario: Renata Schussheim // Música: Josep María Arrizabalaga //