Eclipse Chroma Key es un ensayo inédito que forma parte de aquel conjunto de producciones artísticas de Mauro Guzmán que abordan problemáticas afincadas en el campo de lo escénico desde una perspectiva experimental.
En esta ocasión, una serie de marionetas son reunidas en una suerte de escenario desde donde se proyectan extraños universos emanados de imágenes glitcheadas en blanco y negro. El grado de exotismo de estas piezas ha sido exacerbado a través de los nombres con que Guzmán ha decidido identificarlas, los cuales parecen provenir de nicknames o de colecciones de moda como CisneHiel27, VelvetVamp18, DragoniaBeirendonk44, etc.
Estas criaturas, identidades anómalas y dignas de un bestiario queer contemporáneo capaz de evocar los llamados “cuentos de la selva” de Horacio Quiroga, visten restos de vestuarios utilizados anteriormente por el artista en diferentes proyectos performativos. Como en un ajuar de momias, representan un estadio ulterior de ese circuito de reuso al que somete Guzmán sus recursos tanto materiales como estéticos.
En este juego de usanzas y transposiciones, un eclipse filtra cromáticamente a estos cuerpos, camufla algunas de sus partes llegando a bañarlas de un verde fosforecido. Por contraste, esta operación de camuflaje enfatiza lo irregular, dado por las texturas, las desproporciones y los excedentes textiles que cubren a estos avatares oficiando como artificios prostéticos exploratorios de los límites corporales, de las demandas de deformación y exceso y de las contingencias de la descompensación visual.
Eclipse Chroma Key también puede ser leído como un ensayo sobre la posproducción de imagen cuyo inicio está situado en una escultura verde. Un nido de hornero probablemente habitado por aves artificiales. Un ensayo que, augurando los destinos propios de esta instalación derivados de los usufructos de la técnica del chroma key, ha impulsado al autor a plantear la posibilidad de cambiar la naturaleza de las imágenes. A través de la pos-edición y del retoque digital de las fotografías de registro de piezas escultóricas como la mencionada, la dimensión visual ha virado hacia vertiginosas variaciones de textura y color. Inclusive, ha propiciado el paradigma de la réplica y de la sustitución cristalizando un abordaje vinculado incognitamente con los devenires de los social media y el lenguaje precipitado de los memes. Este mismo abordaje probablemente tenga su continuidad en una futura ambientación, por ahora llamada Chroma Key para Horneros.
Artistas: MAURO GUZMÁN, Celeste Carnovali, Fabio Risso, Nicanor Roses, Juana Torres //