Cuando uno piensa en Joan Miró inmediatamente relaciona su arte con ciertas figuras, que lo hacen distintivo a todo el resto de los artistas. El español se destacó en la pintura mundialmente pero también era escultor, grabador y ceramista. Tenemos la suerte de tener sus obras a nuestra disposición para visitar hasta febrero, una seleccion perteneciente a la colección del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. La exposición se llevará a cabo en el Museo de Bellas Artes. Pertenece al período productivo de Joan Miró desde el año 1963 hasta 1981.
En sus obras más tempranas, Miró estaba fuertemente anclado a su Cataluña natal, sentía un fuerte vínculo con el mundo rural. De este período se destaca La Masía (1922), donde pinta la tierra de Mont-roig en la que entonces vivía como si de una particular Arcadia se tratase. Ésta es, sin duda, su primera obra importante, una magnífica tela que combina en perfecta sincronía la síntesis y el preciosismo en los detalles.
Joan Miró i Ferrà (Barcelona, 20 de abril de 1893 - Palma de Mallorca, 25 de diciembre de 1983). Su supremacía oscila entre el arte abstracto y el surrealismo, algo naif. Utilizaba la paleta de colores y formas como simbolismo. Hizo una cantidad copiosa de esculturas y cuadros distribuidos a lo ancho del mundo multipremiado, en 1975 creó la Fundación Joan Miró, un centro artístico dedicado a la difusión de arte en Barcelona.