#JuanBatllePlanas (1911-1966) es uno de los más importantes pintores de la historia del #arte argentino.
Su vida y su obra cruzan la primera mitad del siglo XX, dejándose marcar por lo más moderno de su época, y marcando desde entonces, a las generaciones siguientes. Enrolado tras las filas del #surrealismo, este artista que había nacido en Cataluña, y había transcurrido casi toda su vida en Buenos Aires, empezó a experimentar con el #automatismo gráfico en 1930. Desde entonces, el famoso método surrealista sería el eje de su trabajo.
A mediados de los treinta, Batlle Planas comenzó a interiorizarse en el #psicoanálisis, a partir de su gran amistad con Enrique Pichon-Rivière.
En 1939 presentó su primera exposición individual en el entonces muy joven Teatro del Pueblo, el primer teatro independiente del país.
En los 40, Batlle Planas se adentró en la filosofía #zen e investigó sobre la teoría de la #Gestalt. Así, no es extraño que sus series y obras lleven nombres como Radiografías paranoicas, El Tíbet, Pintura metafísica o Ritmos energéticos. Por su taller, pasaron, entre otros, Roberto Aizenberg y Alejandra Pizarnik.
En 1958 participó del envío argentino a la XXIX Bienal de Venecia y, en 1965, a la de San Pablo. La Galería Vermeer le dedica una #exposición homenaje hasta fin de mes. Es una oportunidad única para ver de cerca la obra de este artista genial, curada por los galeristas que cobijaron su última muestra durante la década del 60.