Una típica postal del parque Las Heras, en Palermo, incluye rondas de mate entre amigos, familias paseando a sus mascotas y pequeños corriendo detrás de pelotas de fútbol.
En la última puesta en valor del parque se sumó 1000 metros cuadrados más de arbustos y herbáceas, una gran cantidad de rincones creativos, un canil, un circuito para hacer actividad física con postas, áreas de estar y nuevas luminarias.
Pero algo que los más jóvenes no conocen es que en el año 1877 se inauguró allí la Penitenciaria Nacional, una cárcel de máxima seguridad. Con el tiempo, el penal –muy celebrado por los expertos en criminalística– ya desencajaba en un barrio cada vez más poblado y rico. Finalmente, el 5 de febrero de 1962 el edificio se destruyó y dio lugar al gran espacio verde que hoy disfrutan muchos porteños.