El Mercado de Pulgas, conocido por ser un espacio donde se pueden conseguir desde antigüedades de gran valor hasta piezas de colección, vajilla e iluminación, comenzó a funcionar en 1988, en la clásica esquina de Niceto Vega y Dorrego. Allí funcionó durante 18 años consecutivos hasta diciembre de 2005, cuando cambió su ubicación (a otro galpón cercano) por las obras de puesta en valor que fueron finalmente inauguradas en 2011.
Aparte de la venta al público de productos se ofrece el servicio de restauración. En el caso de los muebles, la restauración consta de un pulido, encolado y lustre de las piezas. En su mayoría los objetos llegan al Mercado después de haber sido comprados en remates. Los muebles y objetos más antiguos son piezas únicas europeas que ingresaron al país en la ola inmigratoria de 1920. Otra década que está muy presente es la del 70, a través de sus objetos de ropa e iluminación.