Como su nombre lo indica, se llama Luciano. Al principio, agarra y nace. Después, emprende el crecimiento. Aprende a pronunciar bien la palabra “estatua”. Posteriormente nota que ya no entra acostado en el asiento de atrás del auto sin doblar las piernas. Un tiempito más tarde se recibe de Muchacho cuando, en la cena de Navidad, su familia decide ubicarlo ya no en la “mesa de los chicos” sino en “la de los grandes”. Ahí se pone muy contento. Chocho.
Después le pinta ser Creativo y Redactor Publicitario, entonces es eso. Pero se aburre. Y se manda a ver qué onda con eso del Stand Up. Se forma en el género con Fernando Sanjiao y luego con Martín Pugliese y desde hace 10 añitos anda standupeando por varios escenarios de Argentina y Latinoamérica y en eventos zarpados como el de TEDx Río de La Plata en cuatro oportunidades (frente a 10.000 personas cada vez, qué cagazo, mamita y en el 2018, en el legendario Teatro Cólon) y en tres ediciones de Comedy Central para todo Latinoamérica.
En el mundo 2.0, los videos de sus shows suman más de diez millones de reproducciones en YouTube, y no le puso publicidad a ningún video, un copado, pero su contador renunció al grito de “monetizá, imbécil!”.
En el 2015 fue nominado como Revelación en los Premios Estrella de Mar y no ganó, pero no le importa. Mentira, un poquito sí. Junto a Lucas Lauriente hicieron el primer show de Stand Up de Argentina en un estadio, llenando el mítico Luna Park en el 2016 (quedando sólo 33 funciones abajo de Arjona) y en el 2017 hicieron la “Gira Nacional Mellera Lauriente”, visitando todas y cada una de las provincias argentinas en sólo tres meses, aunque podría haber sido en más tiempo, no hacía falta hacerlo tan intenso, nadie los apuraba.
En 2017 grabó su Especial de Comedia para Netflix, que se estrenó en la plataforma a mediados del 2018. Su próximo objetivo es tener su propia cuenta y dejar de mangueársela a su novia.