La artista Cristina Coroleu pone su mirada en la paleta y las formas de las flores nativas que habitan la Ciudad de Buenos Aires. Formada en la tradicional técnica oriental de pintura, sumi-é, Coroleu realiza su versión del lapacho, del jacaranda, de la maravillosa floración seleccionada por el paisajista Charles Thays a principios de siglo pasado para ornamentar la ciudad.