No es nueva la aparición de cartoneros en el cine argentino, mucho menos lo es la idea de retratar lo que habitualmente se ve desde lejos o a un costado. Pero Yatasto no es un exponente de la pornomiseria (como dirían Ospina y Mayolo), más bien es la puerta a un universo particular, a su gente, sus ideas y deseos más profundos. Excepcionalmente filmada (la cámara ubicada en el carro casi en forma constante), la ópera prima de Hermes Paralluelo (y una de las grandes experiencias de la productora El Calefón) nos sumerge en lo desconocido para revelar lo que hay en ello de familiar, el punto de contacto. escapando a los convencionalismos del documental de registro y al golpe bajo.
2011, Argentina, Dir. Hermes Paralluelo, 98 minutos.
Un ciclo especial dedicado al llamado Nuevo Cine Cordobés