Está inspirada en la historia real de Violet Jessop, una mujer Argentina que sobrevivió a varios naufragios, entre ellos el del afamado Barco Titanic.
La Historia se cuenta a partir de sus vivencias en sus diferentes edades; así tenemos a una Violeta joven, una adulta y otra madura que transitan toda su existencia en escena, a veces aconsejándose y otras veces negándose entre sí, para acompañar el recuerdo de toda una vida dedicada al servicio a bordo.
Estas Violetas dialogan entre ellas y lo comparten a quién las mire y escuche. La acompañan diferentes personas, representadas por un servidor en escena, que interpreta los distintos testigos y como han influido en su vida.
Esto ofrece profundidad y un eco más intenso a la historia que hasta puede tomarse como un viaje en el tiempo.
La acción transcurre en un limbo onírico, donde no hay un año definido, aunque sus memorias datan del siglo XX.
Violeta cuenta las vivencias de su infancia, su trabajo como auxiliar de barco, relata los naufragios a los que el destino puso en su camino hasta el fin de sus días.
La acompaña La Presencia quien personifica la voz lúgubre de la tragedia cercana, el mal camino y como ella logra enfrentarlo y hasta ignorarlo.
Violeta además lo usa como un inconsciente vivido. Sus relatos conmueven, enojan, irritan y hasta parecen increíbles pero todo lo que a ella le acontece es totalmente verídico.
Violeta representa a esas mujeres que nada piden a cambio y que nada las derriba.
Sus palabras son la historia que se leyó muchas veces pero que nadie se preguntó quién las decía. Violeta pelea hasta el final, permanece contra viento y marea, Violeta No Se Hunde.
Actores: Jimena Betcher, Axel Bobbio, Antonella Fulco, Lucas Gentili, Julia Sarquis // Dirección: Hernán Cuevas // Escenografía: La Compañía Del Grito // Iluminación: Carlos Rivadero // Vestuario: Matías Starapoli , Obturia //