La obra de Eugenia Calvo (Rosario, 1976) tiene el poder de transformar lugares cotidianos (domésticos o institucionales) en escenarios de un drama fantástico y humorístico. Ante la invitación a intervenir espacios comunes del Museo Moderno, Calvo aplicó esta capacidad animista a un elemento particular de la arquitectura del museo: el pasamanos de las escaleras, que se transforma en un ser vivo que recorre los diversos pisos del museo llevando sorpresa y perplejidad a los visitantes.
El tubo de metal de la baranda excede su función de apoyo y guía del movimiento, abandona su recinto en el pasillo interno y se vuelve una herramienta para el juego, la fábula y la imaginación. Como en los relatos fantásticos, en las intervenciones de Eugenia Calvo los objetos pueden contener un portal hacia otro espacio, y así iluminan una salida en una encrucijada, un lugar que no veríamos sin su arte.
Diseño museográfico: Iván Rosler / Producción: Julieta Potenze.
Artistas: Eugenia Calvo // Curador: Patricio Orellana, Agustina Vizcarra //