Dijo Homero Alsina Thevenet sobre esta película de Edouard Molinaro, con Lino Ventura: “Hay una linda idea en esta anécdota policial francesa. La anécdota no importa mucho, pero prende fácilmente en el espectador. Motivo principal de esa eficacia es el despliegue de virtuosismo y la narración detallada en que insiste el director Molinaro, que parece deleitarse en cada armario que se abre, cada movimiento de una mano, cada paso que se da, cada gesto de sus principales personajes. Y aunque esa minucia corre el riesgo de hacer muy lenta la acción (hay dos o tres minutos perdidos en lo que no importa) por lo general funciona orgánicamente, como un verdadero desarrollo de la situación. Molinaro ha contado con una notable fotografía de Henri Decae, a quien varios de los realizadores de la Nouvelle vague deben una buena mitad de su obra, y ha contado además con la flota de radio-taxis de París, que le dan pretexto para una intensa acción nocturna”.
Un témoin dans la ville, Francia 1959, 86'. Doblada al castellano.