La familia está regresando a la casa luego de enterrar a Federico, el Padre, quien con su muerte ha logrado volver a reunirlos.
Mauricio es el mayor. Debió postergar negocios y ha llegado con Sabrina, su única y joven hija, quien lo acompaña y contiene ante la ausencia de Marta, su madre, que se encuentra de viaje.
Carlos es el hermano del medio. Está con Dolores, su mujer. Dejaron a sus chicos al cuidado de una vecina y se tomaron un ómnibus para venir a despedirse del padre, encontrándolo ya muerto.
Diego es el menor. Siempre vivió en la casa paterna junto a Katie, su esposa. Ellos han debido hacerse cargo del cuidado de Federico desde la muerte de la madre de los tres hermanos.
La Casa. Podrá entenderse como elemento simbólico de lo irrecuperable, de lo ausente. Lugar del origen, síntesis de lo histórico. De lo que hay que olvidar, conservar, desalojar o dilapidar. Habitada por rastros y restos de los que quizás sería necesario deshacerse. De sueños no cumplidos. Deslealtades y flaquezas que, como casi siempre sucede, no quieren continuar siendo secretos.
Todo bulle en el fondo del aljibe que Federico construyera cuando fundaba su familia. Aspiraciones que quizás podrían ser redimidas por la próxima generación si estuviera preparada para el rescate de la historia familiar y se abocara a la lectura de los señuelos que ha dejado ese abuelo para todos casi desconocido.
De Roberto Ibañez. Actúan: Carlos La Rosa, Sofía Gil, Juan Carlos Ricci, Nonnel Nhoj, Andrea Vázquez y Eduardo Lamoglia.