“La película equivocada en el momento adecuado”: así la desestimó el crítico Stanley Kauffmann en 1968. Y, efectivamente, Tell Me Lies tuvo una recepción hostil y fue en gran medida olvidada, para terminar resurgiendo triunfante el año pasado con una magnífica restauración. No sólo como una gran obra del famoso director de teatro y cine Peter Brook, sino también como una de las mejores películas de la época. “Las imágenes de un Vietnam incendiado de napalm shockearon de igual manera a nuestro pequeño grupo de la Royal Shakespeare Company”, dijo Brook, a partir de lo cual él y su invalorable equipo adaptaron el material de la obra que estaban produciendo en ese momento, calificada como “bestial, antinorteamericana y comunista” por los censores, y el resultado fue la expresión más cabal de las ideas brechtianas de Brook con respecto al cine. El auto-análisis y las recreaciones de un desaforado grupo de actores colisionan con noticieros, manifestaciones, interludios musicales, y sketches antibélicos, dando como resultado un complejo mosaico social, dolorosa y sorprendentemente consciente de su cercanía con las batallas de la realidad: el subtítulo de la película, A Film About London, tiene una razón de ser. Un film dirigido por Peter Brooks. Inglaterra 1968, 108 mins.