Ute Adamczewski. Alemania, 2019. 120’. Documental. Para todo público
El punto de partida de la película son los primeros campos de concentración creados inmediatamente después de la toma del poder por los nacionalsocialistas en marzo de 1933 para eliminar a los opositores políticos, y que hoy han caído en el olvido. Imágenes actuales de calles, casas, castillos y palacios de Sajonia se yuxtaponen a correspondencias burocráticas, entradas de diarios y fragmentos literarios leídos en off. Poco a poco, se van sumando nuevas capas temporales –1945, 1977, 1990, 2011– y con ellas discursos de la cultura de la memoria, la representación de estos acontecimientos, la creación de monumentos y la definición del término víctimas del fascismo
. Estado y Terreno trata de la sobreescritura de los lugares por el tiempo y de cómo se han inscrito en ellos diferentes culturas políticas del recuerdo. La película enlaza tres períodos sucesivos de la historia (la Segunda Guerra Mundial, el fin de la RDA y el presente alemán neonazi), en una narración en la cual la violencia desempeña un papel esencial en la afirmación del poder.