En la obra de Johanna Wilhelm el calado abre paso a una mirada. El pleno deja de ser pleno a través de los espacios que guían y construyen un recorrido rico y diverso. Forma y transforma un universo infinito, compuesto por luces y sombras. La obra es el recorte que dejó el vacío, es la forma que se llenó de luz para poder proyectarse. Eso mismo que somos, construidos a través de la oscuridad. Cuando se vuelve oscuro, cuando no podemos ver, desprovistos de imágenes, con la mirada entrecerrada, casi en penumbras, comenzamos a abrirnos. Aquello que se perdió, se regenera con un sentido enceguecedor. Como ríos, las líneas se transforman en plenos, se vuelven hojas, pájaros, flores, cortezas, ramas, eco y sonido
, escribe, según una versión editada del texto del catálogo, Marianela Márquez.
En Sombras alrededor, su primera exposición individual en Galería Mar Dulce, Johanna Wilhelm (Buenos Aires, 1978) presenta 8 obras inéditas en papel calado, en un dégradé de tonos de blanco a negro.