“Parece que este título hiciera referencia a cuando un amor se termina o cuando se van los invitados y los dueños de casa se quedan tranquilos, en la intimidad. En realidad nos referimos a retomar esa deliberada ceremonia de bailar solo. Sin compañía, sin grupo, sin pareja, en un acto de recogimiento cercano a la confesión. Los solos en danza ocupan un lugar de preferencia, en especial en aquellos solistas de la danza moderna que encabeza Isadora Duncan, donde habitualmente el intérprete es también el coreógrafo. En Argentina una larga lista de mujeres y varones bailaron sin otra compañía que su propia sombra. De entre todos quisiera recordar a Iris Scaccheri, una artista inmensa”. Alejandro Cervera, Curador en el Área de Artes Escénicas.

Última fecha

sáb

27

junio / 2015

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