Con sólo 23 años, su música es un salto evolutivo en el linaje de los cancionistas de esta parte del mundo. En sus discos de fabricación artesanal conviven elementos de la música andina (yaraví, huayno, cueca) con rock argentino, hot jazz, ranchera mexicana, tango, vals criollo y el do it yourself del punk.

El resultado no es un híbrido: es una canción nueva. Llena de humor y hondura, interpretada con una voz caudalosa y tensada entre el campo y la gran ciudad.En 2009, grabó su primer disco, Paramí, con energía solar en La Casa Ecológica de San Marcos Sierras. Hace unos meses, editó Munanakunanchej en el Camino Kurmi (“tenemos que querernos en el camino Arco iris”) y está preparando el tercero.

Última fecha

sáb

15

marzo / 2014

También te puede interesar