En el texto que acompaña la exposición de Sofía _Malamute In the midst of winter, I found there was, Within me, an Invincible Summer, _Mariano Mayer escribe: “Hubo, sin duda, una pérdida de alguna especie; que describieras lo perdido como ‘inocencia’ era asunto tuyo. En cualquier caso, me pareció que hablar de ‘inocencia’ implicaba ignorar demasiadas preguntas”, dice el narrador de El curso del corazón, la fantasía épica de M. John Harrison. En la novela tres estudiantes practican en los bosques de Cambridge un culto que modifica sus vidas y que muchos años después, nadie parece recordar. Así parece actuar la lógica de todo rito de juventud, sucede en un presente tan inmediato que los detalles se pierden. La propia experiencia los absorbe o los convierte en mito. Mucho de lo que aquí acontece se aproxima a ese tono de juventud, donde el candor de una cabellera húmeda, recién peinada, no parece tener lugar. El tipo de pulsión que las imágenes de Sofía Malamute retienen está lejos de ser idílica, sin embargo sus fotografías son buenas compañeras de este verso de Charles Wrigth: “éramos el centro incandescente en el centro de las cosas”.