Nacho De Santis llega a este trabajo unipersonal luego de haber transitado por los más diversos personajes, desde el estoico Jefe indio de Peter Pan en el Teatro Gran Rex, a Oliver, el hermano cruel de la comedia Como les guste de W. Shakespeare en el teatro La Comedia, o uno de los Ecos en las giras internacionales de Hombre Vertiente hasta el protagónico en Pegados, la comedia española por la que estuvo nominado como mejor actor del off, o su personaje del delirante mozo en Cita a ciegas en el Maipo, que le valió el Premio Hugo al Mejor Actor de Reparto 2015-2016.
En esta puesta de Socavón, llevada al ritmo de un thriller de alto impacto, la versatilidad de De Santis construye en escena un personaje que sumerge al espectador en un mundo alucinante y real al mismo tiempo. El protagonista, parado al borde de su propio abismo, es un ser desquiciado y denso, a la vez que ligero y brutal.
SINTESIS ARGUMENTAL
Un hombre está construyendo algo con sus manos. Mientras lo hace se interroga sobre una serie de acontecimientos sucedidos en un pasado inmediato. Su mente está confusa y trata de clarificar algo que hicieron sus manos pero de lo que no tiene un recuerdo preciso. Algo vinculado a la desaparición de su esposa y la presencia de un cuchillo. Mientras tanto sigue trabajando sin ser consciente de lo que hace. Pero sus manos sí. Sus manos saben. Sus manos trabajan solas como en aquel momento que su mente no recuerda con precisión e intenta clarificar. Finalmente las piezas se ordenan. Finalmente todas las preguntas encuentran una respuesta. Socavón nos sumerge en un laberinto alucinante y real, en un mundo rematadamente desquiciado, lleno de música, silencio, luz y oscuridad.