Salif Keita es conocido como “la voz de oro Africana”, uno de los mayores impulsores del afro-pop y líder del primer grupo africano en ser nominado a un premio Grammy. El martes 16, dentro del marco de Martes Indiegentes, vuelve a nuestro país en formato acústico para demostrar su tan conocido poderío vocal y su omnipotencia escénica. Un encuentro especial para bailar al ritmo de Africa.
Acerca de Salif Keita
Salif Keita abandonó muchas cosas para perseguir sus sueños de una carrera musical: nacido albino, expulsado por su familia y condenado al ostracismo por su propia comunidad, ya que en la cultura mandinga el albinismo es visto como un signo de mala suerte, fue repudiado por su padre después de anunciar su interés por la música. Sus sueños, sin embargo, eran demasiado fuertes como para ser facilmente destrozados.
Mudado a la capital de Barmako en 1967, Salif comenzó a tocar en clubes nocturnos con uno de sus hermanos. En esos años fue invitado a unirse a Rail Band. Para luego formar Les Ambassadeurs, una de las bandas más importantes de todo el oeste africano la cual logró abrir el camino para las generaciones siguientes de músicos africanos. La voz de oro africana, Salif Keita ha estado a la vanguardia de la musica moderna Maliense durante muchos años. Además de ampliar las fronteras musicales y labrar una voz musical distintiva en la que el rock, el funk y el jazz se combinan con las más profundas tradiciones griot de África Occidental.
Después de una primera década viajando por África y construyendo su reputación, Salif se dio a conocer en la escena francesa a mediados de los años 80. Recibiendo reconocimientos musicales, políticos y humanitarios a lo largo de su vida, y tratando de transmitir un mensaje de paz a través de su música, para dictar a su paso las normas de la creación musical mandinga.
Después de unos años dedicados a explorar nuevos estilos musicales y de haber experimentado con mezclas electrónicas, Salif Keita vuelve hoy a una fórmula más íntima y acústica, para ofrecer una retrospectiva de toda su carrera acompañado por cuatro músicos (guitarra, kora, n'goni y percusión) y dos vocalistas. Un espectáculo intimista que sumerge a la audiencia en el corazón de la moderna alma mandinga